Yumi Hotaru estudiante de segundo año en la preparatoria Karazuno es solicitada por el maestro takeda para ayudar al equipo de voleibol en sus estudios y calificaciones.
Alumna destacada de la escuela y amante de la moda la cual combina muy bien con...
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Caminaste sin prisa alguna hacia la sala de maestros, tu maestro te había avisado que un profesor quería hablar contigo, por lo que ahora ibas rumbo allá.
Tocaste la puerta dos veces y después de oír un "pase" entraste a la sala siendo recibida por un maestro joven de lentes.
— Yumi san, un gusto verla — asentiste a su tranquila voz.
— Buenos días profesor — saludaste y tomaste asiento cuando el mayor te lo indicó, lo viste sentarse y recargar su barbilla en sus manos.
— Quería pedirte un favor — lo escuchaste con atención.
— Como sabes soy el maestro del club de voleibol — asentiste sabiendo eso.
— Y como también sabes, se acercan los exámenes finales — volviste a asentir curiosa.
— ¿Podrías... darles algunas clases a los de segundo? —abriste tus ojos sorprendida.
Te señalaste asombrada — ¿yo? —
El maestro asintió totalmente serio, dudaste un poco.
— Mmm... — cerraste tus ojos pensado, eras buena estudiante y varias veces en las que has prestado tus apuntes te elogiaban por lo fácil que eran.
— Supongo, que no hay problema, solo tendría que hablar con los que requieren las asesorías — pediste finalizando con una sonrisa amable, el rostro del joven maestro se ilumino al verte aceptar.
— No te preocupes, pediré que los traigan enseguida — estuviste de acuerdo sonriendo ante su estado animado.
— Ellos son takana rynosuke y nishinoya yuu — presentó sin notar las caras sorprendidas de los masculinos.
— Son los que necesitan urgentemente las clases — asentiste sonriendo divertida al ver sus rostros.
— Chicos ella es Yumi Hotaru, estudiante de excelencia en su grado, los ayudara con sus estudios — informó satisfecho, ayudar a sus alumnos le gustaba mucho.
— Profesor — dijeron el dúo conmovido por su ayuda y aparte que su maestra sea una belleza.
— Estoy encantada de ayudarles chicos, ¿les parece si fijamos el horario? — propusiste sonriendo.
Tomaron su tiempo discutiendo sobre las horas donde tenían tiempo extra y las que no, aunque el dúo se comportaba tímido y a veces tartamudeaba, se notaban sus ganas de no fallar en los exámenes.
Sonreíste con el horario ya creado en tus manos, estabas feliz de ayudar al equipo de voleibol con sus estudios.
— No se preocupen chicos, conmigo como maestra, aprobaran cualquier cosa — declaraste con una sonrisa confiada.
— Los llevare a su campamento de entrenamiento — aseguraste acomodando tu cabello determinada.
¡¡Tan genial!! Pensaron el dúo apretando su camisa donde estaba su corazón.
