✎ . . . Capítulo once

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Recuerdos robados

—¡Espérame, no corras tan rápido! —se escuchó decir a una voz infantil que corría a toda velocidad detrás de otro pequeño en un amplio pastizal. Las hierbas eran tan altas que sus cabecitas apenas se veían.

—¡No es mi culpa que seas tan lenta! —respondió el contrario con una pequeña risa.

—¿Dónde te escondiste? —la pequeña niña miró a su alrededor confusa, las hierbas eran altas y su compañero de juegos no estaba por ningún lado.

—¡Te encontré! —el niño saltó sobre ella sorpresivamente derribandola al suelo y empezando a hacerle cosquillas.

—¡Basta, jajaja basta! —expresó la pequeña entre risas.

—¿Te rindes?

—Sí, me rindo jajaja pero para por favor.

El menor soltó una risa y dejó en paz a su compañera, quien se puso de pie y ambos empezaron a recorrer el pastizal a su alrededor.

—No te preocupes, nos sacaré de aquí solo necesito ver un poco.

La nena empezó a tratar de mover esas pequeñas alas suyas que hasta entonces no había conseguido dominar ni volar con ellas. Las forzó lo suficiente hasta que pudo levantarse al menos un metro del suelo y ver la salida.

—¡Sígueme, es por acá! —la niña señaló el camino.

—…

—Oye, ¿A dónde vas? —preguntó casi asustada al ver cómo su amigo tomaba el camino contrario hasta desaparecer entre las hierbas, la menor empezó a correr detrás de él hasta perderlo de vista—. Espera, espera por favor. No te vayas, espérame, ¡Yaboku!

━ ✦ ━

Un páramo totalmente cubierto de sangre y cuerpos era todo lo que se podía apreciar, entre ellos un hombre de ojos amarillos corría a toda velocidad con una katana en sus manos y detrás de él, un shinigami volando.

—Siempre sabes dónde encontrarlo, ¿Verdad?

—… —el ente no respondió y se limitó a un sonido indiferente.

—Hmph, así que todos estaban en lo correcto cuando dijeron que solo hablabas con él.

Ambos siguieron corriendo y volando respectivamente, mientras el hombre mataba a aquellos samuráis que se interpusieran en su camino el ente detrás de él devoraba sus almas con un hambre voraz.

Siguieron avanzando hasta quedar frente a frente con un azabache de cabello semi largo atado en una coleta quien también llevaba una espada en sus manos. Los hombres se pusieron de espaldas mientras la única fémina se alzaba sobre ellos sosteniendo una espada con un extraño ojo en medio de la hoja.

—¿Todo bien?

—Mejor que nunca —respondió el albino con una sonrisa sádica.

—Se lo decía a ella.

—Sí, todo en orden.

Ante la respuesta de la shinigami, no hubo más que los detuviera y el agua que rodeaba la extensa llanura pronto se cubrió de matices rojizos por la sangre derramada.

La de ojos rojos se metió un alma a la boca y después de devorarla se dió la vuelta hacia su compañero azabache quien caminaba de espaldas a ella, pero comenzaba a alejarse, más y más y más.

—No, espera, no te vayas otra vez. ¡Yaboku!

━ ✦ ━

—Ya… Yabo… —murmuró entre sueños una chica de cabellos [C/C].

𝐃𝐢𝐨𝐬𝐚 𝐒𝐡𝐢𝐧𝐢𝐠𝐚𝐦𝐢 ━━━━𝐊𝐨𝐟𝐮𝐤𝐮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora