Capitulo 10

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Kalila

Una vez desperté, me tomé un rato para pasarme mirando dentro de mis redes sociales como habitualmente hacía por las mañanas para despejar un poco de mi cabeza adormilada, aunque he escuchado que no es muy recomendable tomar el celular una vez se despierta, pero es una costumbre que no siento me moleste e igualmente que no me puedo quitar sí así lo quisiera ya que lo siento muy arraigado como rutina de todas las mañanas, aun cuando no me siento de humor, me meto a observar. Desgraciada dependencia al móvil.

En Instagram lo comun es ponerme a ver las historias de las personas que sigo. Pude ver que anoche Samuel salió de discoteca, se le miraba muy contento con algunos amigos, en sus videos pude ver a Antonio, su mejor amigo de la universidad, que parecía muy embelesado con una bonita pelirroja que utilizaba un vestido dorado que cómo realzaba unas espectaculares curvas, ademas de traer unos tacones que le daban todo un porte seductor y encantador. Tuve celos de aquella preciosidad de mujer, no pude verle bien la cara, pero no dudo que igualmente fuera una divinidad.

— ¡Que no muera la noche! —se le escuchó decir en uno de los pocos videos que compartió, abrazando por encima de los hombros a Antonio que no podía fallar en mostrar esa sonrisa coqueta y ese rostro de gavilán, que en lo personal no me robaba el aliento debido que ya sé cómo es, pero no niego que es un tipo muy apuesto que no es de sorpresa que haya estado tan seguro de sí mismo para cortejar a aquella chica quita suspiros— ¡No me quiero ir de aquí nunca!

Una vaga sonrisa se dibujó entre mis labios, con el medio rostro hundido en la almohada y apenas logrando mantener mi ojo derecho abierto mientras sostengo mi movil de forma torpe.
Me causa alegría ver que Samuel se divierte, más en la compañía de alguien con quien se siente seguro de ser él mismo y ese es Antonio, que a pesar de algunas actitudes cuestionables que suele tener y que muchas veces no llega a ser de mi agrado por su manera de responder, me agrada que sea amigo de Samuel.

En ese mismo instante, en el que se termina la ultima historia y paso a las del siguiente perfil, veo que es Gabriela, mi compañera de cuarto en Fetcher, e igualmente ha compartido algunas historias de lo que es una discoteca.
Junto un poco el entrecejo cuando me percato que el patrón y parpadeo de luces de aquella fiesta van de la misma manera que en las historias de Samuel. Retrocedí y lo pude comprobar. ¿Habían estado en la misma fiesta?

Seguí observando y en otros videos compartidos es que puedo ver que aparece Samuel, ya sea de fondo bailando con una chica morena que al igual que la pelirroja con la que bailaba Antonio, aquella mujer con tan solo su figura robaba toda la atención, en otro en los que aparecía Gabriela a su lado, grabándose mientras entonan una canción que se escuchaba de fondo, el siguiente en donde ella fue grabada bailando con Samuel. Ahí fue que salí de la plataforma y pasé directamente a mi Whatsapp.

Tenía cuatro mensajes sin responder de Samuel desde las tres de la tarde del día de ayer, y en Calí con Monterrey no existe como tal una diferencia enorme de horario, solamente una hora de adelanto en aquella ciudad.

Me sentía un poco extraño, quizás no traicionada, pero me causa una clase de desilución que Samuel haya estado de fiesta con Gabriela. Antonio no me causa demasiado revuelo porque es su mejor amigo y ha estado viviendo en Colombia desde hace algunos años por las problematicas que en su país se han estado viviendo desde un buen tiempo, pero Gabriela es mexicana y vive en esta nación. ¿Qué estaba haciendo en otro país sí no es la chica adinerada que se da ese tipo de lujos?

No me quiero mal entender, no es que no sea en sí de mi agrado Gabriela y más porque es mi compañera de cuarto y lo mejor para mí viviendo en un país donde me siento sola y paso constantemente incertidumbres de mi estadía ahí, es siquiera tratar de buscar tener una buena relación con la persona con quien comparto cuatro modicas paredes, pero confieso que he sentido que existe cierto recelo de parte de Gabriela que fue creciendo poco a poco desde que comenzamos el primer año.

CHRISTO. Vidas DestruidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora