Capitulo 22

8 2 0
                                    

Kalila

Desde lo que sucedió no he vuelto a cruzar palabra con Samuel y mucho menos he tenido deseos de hablar con Gabriela que de momento no ha dicho nada para molestarme. Tan solo se queda concentrada en las cosas que hace como desempacar y ordenar sus cosas en su lado de la habitación, mientras anda por ahí sin escuchar nada a su alrededor con esos enormes audifonos que cuelgan de su cabeza.
Bien podría sonar la alarma para incendios y se quedaría en el edificio sola sin entender o sentir cualquier cosa que esté pasando en el entorno.

Anoche dejé preparadas mis cosas para en la mañana tan solo despertarme, tomar una ducha express e intentar una vez más volver a adoptar mi rutina de cremas faciales porque cada que regreso a casa dejo de cuidarme, para preferir andar tirando flojera en la cama que aunque este verano salí un poco más que en otras vacaciones, aun así pasé mucho tiempo en la casa de mi tía sin salir y luciendo mis mejores outfits de pijamas mezcladas.

Y si que me hace falta cuidarme la piel del rostro. Me veo con mucho menos brillo de lo que recordaba.

Cuando yo me desperté me di cuenta de que Gabriela ya no estaba por lo que pude alistarme en la calmada soledad de la pieza. Me di un baño caliente, me cepillé los dientes e hice mi cabello como aplicarme también todas mis cremas de día en el rostro. Salí del baño hacía mi escritorio con la bata y gorro de tela puestos para ver lo que me pondría para mi primer día de clases.

Me comencé a vestir con unos leggiens negros, un top deportivo debajo de un cardigan grueso color crema, calcetas gruesas de color blanca que puse por encima de mis leggiens y para mis pies escogí mis tenis crema de plataforma alta. Para el cabello no me quise esforzar y me hice un recogido con la frente repelada y me puse mis lentes oscuros. Ya en clase me pondría mis gafas para ver y con las cremas mi píel luce saludable. Bendito sea el cielo.

Desde hace un tiempo que me entra mucha pereza por maquillarme ya que aun con él puesto no consigo sentirme hermosa, mejor prefiero andar con el rostro lavado y mis cremas que sintiendo incomodidad de traer cuanta cosa en la piel para igualmente no sentirme más hermosa de lo que esperaba. No, eso no es para mí de momento.

Salí del departamento con mi mochila sobre el hombro y cerré. Verifiqué que mis cosas estuvieran en los bolsillos como mi celular, la tarjeta provisional de mi cuarto, mi botella de agua y mi laptop con su cargador. Una vez asegurando que todo estaba en su lugar salí para comprar un café en uno de los puestos dentro del campus e irme a clases. En ventaja, tenía una hora para salir a comprar y caminar con calma al edificio que me toca llevar mis materias.

Aun cuando las clases comienzan el dia de hoy, no me siento realmente muy inquieta de estar pensando en qué momento se me vendría apareciendo Aline, una chica que desde una clase en la cual nos tocó impartir juntas del tronco común entre las licenciaturas, ha mostrado traer un pique conmigo que no sé por qué disfruta tanto de hacerme mal. A diferencia de Gabriela, ella no teme en hacer contacto fisico para burlarse de uno y para complacerse a sí misma de humillar a las demás.

Al salir de la fila con mi café caliente, estuve a punto de dar un paso al frente cuando estuve por toparme con una chica a la cual le saco una cabeza de altura. Estuvimos a solo unos centimetros de que el café se me fuera a derramar encima de ella, todo porque no ha estado prestando atención por donde camina por andar inmersa en su movil y sus auriculares. Ella voltea a verme y parece que no se ha dado cuenta de lo que estuvo por pasar.

La chica me miró con unos enormes ojos castaños y las pecas decorando como una explosión de color sobre la tez morena de su rostro me llamó bastante la atención. Me observaba como si fuera un objeto de incertidumbre y yo como una belleza que no me había tocado presenciar nunca antes en la vida. Era la digna definición de una mujer latinoamericana. Mujer morena, de cabello negro y rizado, cabellos grandes y ojos castaños como miel, con unas increibles curvas y mirada fuerte, pero a su vez totalmente dulce.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 05, 2024 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

CHRISTO. Vidas DestruidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora