La danza del destino.

capitulo 22

     El fuego dentro de Daenys no menguaba, ese día, después de una luna de espera para poder ejecutar a Lord Tyland Lannister, las llamas ardían con fuerza en sus ojos violetas. Rhaenyra y Alicent miraban con preocupación a la menor, que solo tenía los ojos puestos en el rey. El odio, el resentimiento, la falta de amor por parte de su padre, la falta de fuerza como cabeza de la familia, la falta de determinación para ser rey, asqueada a la joven Targaryen  que solo podía sentir desprecio por el hombre que la engendró.

     Viserys por su lado, solo se podía sentir pequeño bajo la mirada llena de poder de su segunda hija, todos en la sala se snetian como meros insectos a puntos de ser aplastados por la jinete de Silver, todos esperando ver al último Lannister morir. El rey no podía entender como es que Hermana Oscura, la espada de su hermano, se encontraba en posesión de su hija, y temía saber la respuesta. Viserys le yenia miedo a su hija, a una adolescente de 17 años.

     Las puertas de la sala se abren y don Inmaculados ingresan llevando con a Lord Tyland, atados de manos y completamente golpeado. Todos los presentes miran con asombro esta escena  y sus ojos se clavan en la princesa Daenys. Cuando el condenado es puesto de rodillas frente al rey, este lee los motivo de sus condena, cuando finaliza llama a su hija para que determine la condena.

     - Será ahorcado, como el bastardo que es. - Pronuncia la joven y todos los presentes sueltan un jadeo de asombro. Otto Hightower se adelanta un paso al frente para hablar.

     - Princesa, es un Lord, un hombre de alta cuna, y miembro del consejo privado del rey. Es una vergüenza que  muera así. - Le regaña a su nieta, más Daenys sin siquiera mirarlo le responde.

     - Es un traidor al reino, a la corona. Mando a sus hombres a violar y asignar a la futura reina, a la heredera del Trono de Hierro, a la princesa de Rocadragon. A mí hermana mayor, mi esposa, la madre de mi hijo. Mando a asesinar a los principes Aegon, Aemond, Helaena y Dearon, quienes son mis hermanos menores. Mando a asesinar a los principes Jacaerys, Lucerys y Joffrey Velaryon, príncipes de Westeros herederos del reino, mis sobrinos y nietos del rey. Morir ahorcado es lo que se merece por tales actos de cobardía y traición. - Dice con total frialdad, para luego mirar a su abuelo con ojos vacíos. - Ningún traidor merece morir con honor. Todo aquel que intente dañar a mi familia morirá de la forma más deshonrosa y lenta que pueda imaginar, sin importarme que lleve mi sangre. - Lo amanezca directamente con esas palabras. Otto solo puede ver con enojo a su nieta, un furia que tiene que trajarce si no quiere que la joven, en un arrebato de furia, lo termine matando a él también.

     Poco podía imaginarse el Hightower que su nieta lo tenía en su lista negra, y que haría de su muerte la más tortuosa de todas.

     Trasladan al prisionero al patio, donde ya tenían una horca preparada para el. Lo suben y detrás de ellos sube Daenys, una vez que ponen la soga alrededor del cuello del León, ella patea la silla sobre la cual lo pararon, haciendo que quede colgando de la soga y muera asfixiado, mientras su cuerpo se sacudía por la falta de aire frente a toda la corte del rey, más todos los lores importante de Westeros. Una vez que murió, Daenys hizo que su dragona queme el cadáver, la explicación a esto, no quería que quedaran ni siquiera las cenizas de ningún Lannister, todo rastro de esa familia seria borrado, incluso de los libros.

     Después de eso se encerró en su habitación y no salio en todo lo resto del día, con la esperanza de poder encontrar un poco de paz. Rhaenyra estaba preocupada por ella, sabia que cuando su esposa actuaba así era por qué estaba maquinando algún plan, y todos sus planes traían muerte. Sus pensamientos y dudas no estaban muy lejos de la verdad, pues Daenys solo tenia en una cosa en mente, acabar con todos aquellos que se oponían al gobierno de su hermana, y uno de esos era su abuelo, Otto Hightower, debía deshacerse de él lo antes posible, antes de que el desgraciado mate al rey y corone a Aegon.

     Un cuervo llega a Dragonstone, en el llega la noticia de que Larys Strong murió, al parecer por causas naturales. Esa noticia calmó un poco a Daenys, un nombre menos en la lista, le daba más tranquilidad saber que ese pervertido estaría lejos de su madre. Y con eso confirmo que su nuevo veneno no solo era efectivo, si no que tampoco dejaba rastro, ahora lo utilizaría con el viejo que arruinó a su la mujer que más amaba en el mundo, Alicent.