capitulo 7

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Rhaenyra y Daenys caminan tranquilas por los pasillos del castillo hacia la alcoba de los pequeños pelinegros.

- Deberíamos apresurarnos, llegamos tarde. - le dice Rhaenyra.

- Nah, que nos esperen es mejor así. - le responde con maldad Daenys.

- ¿Te sentis mejor? - pregunta Rhaenyra mirándola con preocupación.

- Si. Lamento haberte hablado de esa forma anoche, el dolor de cabeza me estaba matando, y suelo desquitarme con cualquier ser a mi alrededor. Menos con Aegon, el sufre como yo.

- Deberías decirle al maestre y que te de algo para el dolor. ¿Tienen una coneccion muy fuerte con Aegon?

- Ser Criston, hable con Maciel y dígale que anoche mi cabeza se estaba partiendo a la mitad que me preparé un té de hierba con medicina por favor. - le pide Daenys a su caballero, este le hace una reverencia y se retira a cumplir con la orden. - Si, Aegon y yo somos mellizos y tenemos una clase de conexión, podemos sentir lo que el otro siente y pensamos de igual forma. - le responde a Rhaenyra con una sonrisa.

- ¿Es tan desvergonzado como vos? - le pregunta con una sonrisa recordando lo que sucedió a la mañana.

- Yo no soy desvergonzada, pequeño dragón.

- Si claro. Por eso querías seguir conmigo en la cama aún con tú madre mirándonos. Si eso no es ser desvergonzada ¿que lo será?. - Daenys se ríe a carcajadas viendo a Rhaenyra sonrojada al decir eso.

- Si lo soy, no neguemos la verdad. Y es algo que está noche pienso terminar. - le susurra en el oído provocando un escalofrío en su hermana - pero Aegon no lo es, es más vergonzoso en ese sentido, pero si es un alcohólico, bebé hasta perder la consciencia y algún día hará algo realmente grave. Es adicto al sexo igual que yo, con la diferencia que el alcohol no me ciega.

- Estas preocupada por él.

- Estoy preocupada por todos. Mis hermanos, tus hijos. Me preocupo por vos Rhaenyra - le dice Daenys parándose frente a ella y tomando sus mejillas, Rhaenyra toma sus manos y besa sus palmas mientras junta sus frente.

- No debes preocuparte por mí. - le susurra.

- Si yo no lo hago, nadie lo hará. Y eso te terminará matando. Sos imprudente e impulsa pequeño dragón, hay mucho fuego en tu espíritu y poca lluvia en tu corazón, y vas a terminar ardiendo. - le susurra en respuesta Daenys para luego besar sus labios de forma dulce y suave, lleva sus manos a la cintura y la abraza pegándola a su cuerpo y Rhaenyra enreda los brazos alrededor de su cuello. El momento es interrumpido por el carraspeó de alguien, y Daenys gruñe volteándose para matar a quien sea que la haya interrumpido, y Rhaenyra se ríe por su reacción.

- Lo lamento mi señora - Dice Elinda haciendo una reverencia - los príncipes están listos.

- Elinda preciosa, tenes suerte de que te quiera, cariño. - le dice Daenys con una sonrisa y toma Joffrey en sus brazos y empieza a jugar con él.

- Lo siento, está un poco irritada desde anoche. Gracias por preparar a los niños Elinda. Podes tomarte el día libre, hoy nos quedaremos con mi hermana. - le dice apenada Rhaenyra a su doncella quien solo sonríe y niega con la cabeza diciendo que está todo bien.

- Camina Rhaenyra, mis víctimas me esperan. Si llegamos tarde a vos te voy a torturar, y mis pequeños caballeros me ayudarán, ¿no es así mis pequeños dragones? -Dice Daenys impaciente, y mirando a sus sobrinos con una sonrisa traviesa.

- Si tía, te ayudaremos - le responde Jace parándose en su lado derecho y Luke en el izquierdo asiente con la cabeza, la toman de la ropa y caminan los tres a la sala del trono para desayunar con una Rhaenyra estupefacta por ver a sus hijo en su contra planeando con su hermana torturarla, y acelera el paso para caminar con ellos.

La danza del destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora