Mierda, estaba en ropa interior. Me escondí inmediatamente en mi cuarto en busca de algo que tapara mi casi desnudez y volví a salir.
Sentado como el maldito dueño de todo, con la pierna estirada y la otra flexionada, el cabello rubio y los ojos verdosos como los de un gato, la mandíbula marcada y la nariz fina, los auriculares de cable conectado a su celular guardado en el bolsillo mientras miraba el televisor en compañía de Oliver (mi hermano), me sorprendió mucho su aparición, y más pensar el qué lo trajo por aquí.
-¿Qué haces aquí?- le pregunté mientras me pasaba la toalla por la cabeza.
-¿Por qué siempre que nos encontramos te pasa algo?- preguntó mientras se quitaba los auriculares.
-Tal vez sea tu culpa, gato negro- Respondí sarcástica.
-JA JA, eres muy graciosa ¿lo sabes?- me miró después de guardar los auriculares en su bolsillo.
Vaya que era divino ¿se acababa de bañar?
-¿Hace cuanto viniste?- pregunté.
-Cómo hace cinco minutos- miró el reloj en su mano izquierda.
-¿Necesitas algo?
-Sólo hablar contigo.
-¿Por qué le abriste la puerta? ¿no te hemos enseñado que no le abras la puerta a extraños?- pregunté mientras miraba a Oliver.
-¿No es tu amigo?
-No- le hice una mueca.
-Ve a tu cuarto-ordené finalmente.
-¿Qué quieres hablar?- me dirigí a Liam.
-Yo no maté a nadie- soltó como si el veneno le ardiera.
-¿No?
-No. No sé qué te habrá contado James, pero siento que eso sí te lo contó.
-No jodan, me tienen de hilo en hilo, ¿cómo he de creerte?
-Porque sé donde vive Charlie, volvió a Dudley.
-¿Y eso como por qué?- me senté a su lado.
-Mmmm, porque quiso, quiso volver con su familia, con su novia, con todos.
-Mira, Liam- Lo agarré del cuello de la camisa y lo acerqué a mi cara.
-A mi no me vengas con mentiras- Lo miré directo a los ojos.
Lo admito, morí de vergüenza, sus ojos eran como los de medusa, tal vez me estaba convirtiendo en piedra porque no podía soltarlo, y sin querer bajé la mirada hasta sus labios. Ups, he pecado.
-No te sale ser dominante- Lo volví a mirar.
-¿Disculpa?- Salí del trance y lo miré desafiante.
-No te sale, ser así- Me tomó de la mano con la que lo estaba agarrando, me tumbó en el sillón y se acercó a mi cara. Les juro pensé que me iba a besar, nuestras narices se estaban tocando, seguramente ya podía ver mis poros con más claridad y una que otra lagaña. Pero no esperé que bajara sus ojos hasta mi camisa, la camisa blanca que se había mojado con las gotas de mi cabello, aquellas que hicieron posible la visibilidad de mi sostén, y que Liam no dudó en notar.
Lo empujé de regreso para que se quitara de encima, y me levanté del sillón.
-Me siento acosada- le dije mientras me despegaba la camisa del sostén.
-¿Y tú eres la acosada?- tomó la parte de la camisa que yo había tomado. Fruncí el ceño.
-Claro que soy yo la acosada- dije firme.
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Until We Are Together
RomancePor ahí dicen "donde hubo fuego cenizas quedan" ¿Tendrán razón? ¿Podrá resurgir de las cenizas aquel fuego? ¿Podrá el calor amparar a los corazones sin chispa? Espero lo disfruten.