Confiar (To Trust) severitus (completo)

cap 24 : De trenes y sapos

Resumen:

Comparado con todo lo demás por lo que Harry había pasado, comenzar su educación mágica no debería haberlo desconcertado. Sin embargo, había llegado a sentirse muy cómodo en la casa de Snape, más seguro de lo que jamás se había sentido en su vida, y una parte de él temía que una vez que dejara lo que se había convertido en su santuario, nunca lo recuperaría.

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Harry se despertó temprano el primero de septiembre, sintiéndose como si se hubiera tragado una mariposa mientras dormía, por el movimiento que sentía en el estómago. Se quedó quieto un rato, respirando el aire fresco que siempre le pareció fresco.

Hoy se iba a Hogwarts y se sentía mucho más desalentador de lo que había imaginado. Comparado con todo lo que había pasado, comenzar su educación mágica no debería haberlo desconcertado. Sin embargo, Harry había llegado a sentirse muy cómodo en la casa de Snape, más seguro de lo que jamás se había sentido en su vida, y una parte de él temía que una vez que dejara lo que se había convertido en su santuario, nunca lo recuperaría.

"Tranquilízate", se dijo Harry con firmeza. "Snape es tu guardián, ahora vives aquí".

Harry todavía no podía calmar la ansiedad en su estómago.

Incapaz de quedarse quieto por un momento más, Harry se levantó de la cama y se vistió, deteniéndose para revisar su equipaje que había empacado la noche anterior antes de bajar a la cocina, donde Snape lo saludó con un movimiento de cabeza. Se sentó en su silla e intentó comer, pero descubrió que apenas podía tragar, y en lugar de eso removió la comida alrededor de su plato sin hacer nada y observó con fascinación mórbida cómo el tono amarillo brillante de sus huevos se mezclaba con sus frijoles horneados y gradualmente se transformaba en una sustancia pardusca y fangosa.

—¿Nervioso? —preguntó Snape, levantando una ceja ante las payasadas de Harry.

—Un poco —admitió Harry, apretando más el tenedor mientras lo clavaba repetidamente en el globo que tenía en su plato.

—No hay necesidad de preocuparse —dijo Snape con calma, untando mantequilla en su tostada.

—Dígaselo a mi sistema nervioso simpático —murmuró Harry.

El labio de Snape se levantó hacia un lado. "Estoy seguro de que su sistema nervioso simpático aprenderá cuál es su lugar en poco tiempo".

Harry dejó escapar un suspiro. Sería genial .

"¿Cómo vamos a llegar a la estación?" Harry preguntó en un intento de cambiar de tema. Snape estuvo de acuerdo.

"La aparición sería el método más conveniente".

Harry hizo una mueca. "¿Se vuelve menos incómodo?" Ciertamente no se había sentido así la última vez que lo hizo.

"Las primeras veces suelen ser las peores. La sensación mejora con el tiempo".

"¿Cómo?" Harry preguntó escépticamente.

"Hay vías en tu cerebro que deben formarse a medida que tu cuerpo se acostumbra a la Aparición. Una vez que estén en su lugar, te resultará más natural".

Harry supuso que esa era una respuesta suficientemente buena.

"¿Qué pasa con Hedwig?"

"Los animales generalmente no se ven afectados por las sensaciones de la Aparición."

"¿Porque eso?" preguntó Harry, frunciendo el ceño.

"El malestar surge de la reacción del cerebro al desplazamiento, y el cerebro humano es decididamente más complejo que el de un animal".