Confiar (To Trust) severitus (completo)

cap 4 : Cristales rotos

Resumen:

Este niño simplemente desafió a la naturaleza, fue en contra de su herencia. El hecho de que el niño conociera a sus padres desde hacía menos de dos años de su vida parecía intrascendente. Los genes Potter prevalecían. Y el maldito chico los estaba desafiando.

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Severus Snape estaba perplejo... no, estaba perturbado. La perplejidad no era un sentimiento que Severus jamás afirmaría haber experimentado. No habría sobrevivido a sus años de espía si hubiera sucumbido a la más plebeya de las sensaciones.

Era el chico. El niño no se estaba comportando como Severus había anticipado, y eso lo irritaba muchísimo.

Severus había estado esperando que James Potter reencarnara, y se disgustó mucho cuando Albus le informó de la necesidad de albergar al mocoso. Recordó con disgusto la noche, apenas una semana antes, cuando Albus lo había llamado.

—Severus —había dicho la cabeza de Albus en la chimenea—. ¿Sería tan amable de invitarme a pasar? Hay un asunto bastante urgente que deseo discutir contigo.

Severus había aceptado sin demasiado cuidado; la compañía de Albus era una de las pocas que podía tolerar ocasionalmente. El anciano generalmente conocía sus límites cuando se trataba de Severus; rara vez se quedaba más tiempo del debido y no llamaba a menos que hubiera una razón. Aunque Severus nunca lo habría admitido delante de nadie, no le molestaba particularmente la compañía de Albus, incluso si el anciano tenía una obsesión de lo más absurda con los dulces y la filosofía muggle.

"Severus", había dicho Albus plácidamente, sacudiéndose el hollín de su, en opinión de Severus, capa ridículamente coloreada de color púrpura intenso. "¿Confío en que estés bien?"

"Sí, gracias, Albus", había respondido Severus bruscamente, señalando un asiento. "Tengo pociones que atender, así que si continuaras con tu discurso, por fascinante que sea, te estaría muy agradecido".

Albus le había dado a Severus esa mirada brillante que tanto lo molestaba, pero afortunadamente, procedió.

"Es Harry Potter".

Los dientes de Severus se habían apretado y sus manos en puños. "¿Qué hay de él?"

"Los familiares del niño fallecieron recientemente y fue localizado en Londres hace menos de dos horas".

Severus había tenido la terrible sensación de saber exactamente a dónde iba a parar todo esto. Sin embargo, actuó como si no tuviera ni idea, en un intento de posponer el momento en que se vería obligado a aceptar lo inevitable.

"¿Y?" Levantó las cejas en un gesto de fingida cortesía.

Albus suspiró, como si se estuviera preparando para el ataque, y continuó: —Como faltan casi tres meses para que el niño empiece la escuela, necesita un lugar de residencia temporal.

—¿Ah, sí? —había respondido Severus, con un tono cortés que contradecía la furia que bullía bajo su pecho—. ¿Qué tienes en mente? Supongo que Hogwarts en sí no es una opción.

Albus parecía saber muy bien lo que Severus estaba pensando.

"Sabes, Severus, que no te pediría esto si hubiera otros arreglos posibles. Créame, había agotado por completo todos mis recursos antes de venir aquí".

¿En dos horas? Severus había pensado con resentimiento. Pero él sabía que era verdad. La situación con la protección del niño era precaria. La muerte de sus familiares planteó un claro problema. Sin embargo, Severus apenas pudo contener la furia.