Capítulo 3

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Nunca había escuchado el palpitar de su corazón tan intensamente como en ese momento.

Había sido descubierto por un chico ciego que cargaba con un humor del demonio, y es que Jungkook no parecía siquiera mostrar un poco de misericordia. Su labio tembló al intentar responder aquella pregunta.

¿Qué hacía ahí?

Lo tenía claro, necesitaba ese trabajo más que cualquier otra cosa.

Taehyung sabía que necesitaba llevarse bien con ese joven para tener una estancia tranquila en aquella casa y dejarlo hacer su trabajo sin grandes complicaciones, pero su carácter era lo más difícil a superar.

Miró entonces la expresión de su cara. Sus ojos eran de un color café oscuro, casi negro, unos ojos que pese a no ver mostraban su descontento. Nunca sintió tanto desprecio viniendo de alguien.

Taehyung tembló cuando esa voz gruesa volvió a manifestarse.

-Contesta, ¿qué haces en mi habitación? -volvió a repetir la pregunta.

Taehyung pensó entonces que debía salir de ahí, así que se deslizó por la cama hacia la salida. Cuando se hubo librado de él llegó hasta la puerta, miró hacia atrás para verlo y lo encontró en la misma posición, solo que parecía saber de su huida, pues movía su cabeza intentando captar algún sonido.

-Lo siento, no quería molestarte. Adiós.

Abrió y cerró la puerta luego de salir. Eso había sido cardíaco. Jungkook le daba miedo por la forma en la que imponía su presencia. Su esencia en sí era lo que más comenzaba a temer, le ponía mal, le costaba estar en su presencia por algún tiempo.

Salió de casa de Lisa después de
las nueve y media. Quedó de verse con la chica esa misma semana antes de su viaje para acordar qué es lo que haría y qué día podía mudarse al departamento, así como otros asuntos básicos de los cuales taehyung se haría cargo una vez que Lisa se fuera.

Cuando llegó al departamento de Yoongi lo encontró haciendo tarea mientras tarareaba canciones de Bruno Mars. No quiso platicar mucho debido a que no deseaba interrumpirlo,así que todo lo que sucedió en aquella cena tuvo que guardárselo para él, sobre todo aquel pequeño detalle de un Jeon Jungkook completamente desnudo.

Dios, no estaba seguro de si eso contaba como tener suerte.

[...]

No escuchó la alarma del celular de su amigo. Cuando despertó lo hizo porque Yoongi había tirado por accidente uno de sus cuadernos de la escuela sobre su cabeza. El golpe inesperado había servido para despertarlo de aquel profundo sueño donde Jeon Jungkook lo castigaba duramente por haber entrado a su habitación, lo más curioso es que en su sueño él podía ver y se paseaba desnudo mientras golpeaba su trasero con uno de sus odiosos zapatos.

-Despierta, te dolerá el cuerpo si permaneces ahí por más tiempo -le dijo Yoongi mientras guardaba su guitarra en su estuche.

Taehyung gruñó.

Se sentía molesto consigo mismo por permitirse tener un sueño tan horrible. Todavía no comenzaba a trabajar y ya se sentía torturado por Jungkook.

Había despertado más de siete veces en toda la noche y en cada una de ellas había tenido que recordar al ogro gruñón sin nada encima, ¿qué le estaba pasando?

-Yoongi... Taehyung se sentó en el saco de dormir y bulto de cobijas que era su cama en el piso, —.no creo poder.

El semblante de derrota fue percibido por Yoongi, quien lo miró con sorpresa. Taehyung, su amigo Taehyung, el que no se rendía ante las circunstancias, ni siquiera cuando su padre le impuso estudiar algo que no quería, estaba tirando la toalla antes de empezar.

Los ojos del alma | KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora