Capítulo 23

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El camión de la mudanza llegó puntual ese martes por la mañana. Taehyung y Jungkook habían hablado tres días antes acerca de ello, y aunque Jeon no estaba del todo seguro, se resignó y aceptó la oferta de la que les habló Lisa.

Ahora vivirían en un nuevo departamento, y por desgracia, Jackson seguiría siendo su vecino más cercano aparte del señor Newman. El amigo de Taehyung, Hoseok, también estaría viviendo con el chino, lo que solo le indicaba que lo tendría en el departamento a diario.

-Casi terminan de subir todo. Debemos adelantarnos y llegar pronto al departamento -le dijo Taehyung, el cual acababa de terminar una llamada. —. Hoseok se ofreció a llevarnos. Ya viene por nosotros.

Sintió su mano tomar la suya y pronto ambos ya estaban subiendo al elevador con el gato sobre el pecho de Taehyung, que ya había clavado sus uñas en sus hombros cuando la puerta mecánica se cerró. El edificio estaba vacío, ellos eran la última familia en abandonarlo.

Jungkook sintió de pronto una gran nostalgia, había vivido ahí desde que era un niño. Cuando su papá comenzó a ganar más dinero fue que pudieron comprarlo, pero también el trabajo lo fue consumiendo a tal grado de verlo muy poco. El divorcio no le sentó nada bien a él, pero con el pasar de los años comprendió a su mamá.

Le hubiera gustado que ella también rehiciera su vida con alguien más, pero eso nunca pasó.

Murió esforzándose por sacarlos adelante a él y a Lisa.

-Ahora podrás utilizar el piano que hay en el departamento, servirá de mucho una vez que asistas a la universidad por su tono de voz, Taehyung parecía emocionado - ¿No es genial?

-Debe serlo.

Comprendió enseguida que su respuesta no fue precisamente la mejor, pues Taehyung no volvió a decirle nada más hasta que Hoseok aparcó fuera del edificio.

¿Qué debía hacer, entonces, fingir entusiasmo? Las voces de los maestros hablándole todavía estaban muy frescas en su cabeza.

-¿Todo listo? -preguntó Hoseok desde el asiento de su viejo auto.

-Sí, la mudanza llegará a las once al nuevo departamento - respondió Taehyung quien soltó su mano un momento para dejar a Salem en el asiento trasero. —. Gracias por ayudarnos.

Taehyung ayudó a Jungkook a encontrar el asiento trasero del auto. Cuando el castaño se hubo acomodado, taehyung se tomó la libertad de abrocharle el cinturón de seguridad antes de cerrar la puerta y subirse en el asiento de copiloto junto a Yoongi.

-Cinturones listos -anunció taehyung.

-Okay, ¡Ya pueden destrozar el edificio, señores! -gritó extasiado.

A Jungkook le tembló ligeramente el labio. Taehyung solo se encogió en su asiento.

[...]

Nunca había sentido celos, no que lo recordara. Pero estaba consciente de que ahora mismo estaba experimentando muchos de ellos.

¿Por qué estaba Cha Eunwoo ahí? Se preguntaba el castaño una y otra vez.

Fueron recibidos por Cha en el nuevo departamento, e incluso se atrevió a darles un pequeño tour por él, o bueno, solo a taehyung y a Hoseok, porque él prefirió quedarse plantado en el mismo sitio, pues lo menos que quería era golpearse con las paredes, sería inevitable, aunque taehyung tomara su mano.

Ahora el rico hombre de negocios, el causante de que su hogar fuera convertido en un comercio, tenía una charla con ellos.

¿Por qué se había tomado la molestia de ir a recibirlos? La interrogante se repetía sin descanso.

Los ojos del alma | KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora