Capítulo 14

493 50 0
                                    

Taehyung pudo percibir cómo Jungkook se ponía rígido y sus labios temblaban ligeramente, la tensión y molestia estaban impregnados en su esencia. Verlo tan vulnerable lo hizo sentir terrible, tal vez lo había forzado demasiado, además, creía saber la razón de su malestar.

Él jamás le comentó que el regalo era de parte de Jackson, no creyó que pudieran coincidir en una misma habitación por tanto tiempo y sacar el tema del regalo, pero ahí estaban y no parecía agradable, al menos para Jungkook.

Tomó una decisión, no podía permitir que Jungkook siguiera sintiéndose de esa manera. No sería el responsable de que esa noche resultara un desastre ahora que por fin había accedido a pasar un rato con él y sus amigos. El gran avance que había tenido se desmoronaría en cuestión de segundos si lo dejaba pasar.

Sorprendiendo a sus amigos, se levantó de inmediato posicionándose al lado de Jungkook, tomó su mano y miró al resto aparentando sorpresa.

-Cielos, se nos ha hecho tarde. Un amigo de la hermana de Jungkook pasará a dejar unas medicinas. Jungkook ha estado resfriado estos días y es de vital importancia contar con ellas -la vista de taehyung pasó a Hoseok, que en ese momento parecía sorprendido de la sorpresiva efusividad de su amigo. —.Lo siento, Hoseok, nos gustaría quedarnos más tiempo, pero no es posible.

-¿En serio?, ¿no puede esperar a mañana?

—.Son las medicinas de Jungkook -insistió, después de aquella respuesta vio el gesto de resignación de Hoseok. Se sentía mal por mentirle de esa manera, pero se sentiría más mal si dejaba que el chico a su lado continuara sumergido en esa situación tan penosa y desagradable.

-Muy bien, lo entiendo.

-Gracias, Hoseok. Prometo volver a visitarte pronto.

-Fingiré que te creo.

Taehyung negó divertido por aquella última frase. Afianzó la mano que sujetaba y se despidió de todos antes de abandonar el departamento con Jungkook a su lado.

Ninguno habló mucho mientras bajaban por el elevador y salían del edificio; se había formado un silencio tan incómodo que el pobre chico de campo comenzó a preocuparse y llenar su cabeza de preguntas tales como: ¿estaba Jungkook enojado por haberle ocultado lo del regalo? ¿Había perdido de nuevo su confianza? ¿Volverían siquiera a salir juntos?

-Gracias. -Taehyung recibió aquella palabra de imprevisto. —.No quería quedarme.

-Ah...

-¿Por qué no me dijiste? ¿Por qué ocultaste que el regalo era de Jackson?

No pudo responder a aquellas preguntas. Admitía que se sentía muy mal por haberlo ocultado, pero ¿qué otra cosa le quedaba? Si se lo hubiera dicho, Jungkook habría reaccionado mal, como todas las otras veces que se tocaba el tema de Jackson, y no quería lidiar con ello. Cuando escuchó su voz retumbar en sus oídos de nuevo, volvió a aclarar su mente.

-¿Ahora vas a negarlo?

-No, no, no lo negaré -confesó. —.Es verdad, dejé el regalo de Jackson en tu recámara. Quería que lo tuvieras, tenía la esperanza de que las cosas entre ustedes se aclararan.

-No hay nada que aclarar -respondió Jungkook, deteniéndose fuera del edificio. —. Jackson se aprovechó del patético amigo ciego y se metió con mi novia, otra mentirosa que terminó por abandonarme. No necesito ni quiero aclarar nada, irónicamente lo tengo bastante claro.

Taehyung vio como metía la mano a su bolsillo y sacaba la armónica para después lanzarla hacia la calle. El instrumento resbaló por el pavimento hasta detenerse por la nieve.

Los ojos del alma | KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora