Stardust •★

•Construyendo

Habían pasado 2 meses desde la ultima vez que felix había visto a Hyunjin en persona, y aunque no habían perdido el contacto porque hyunjin no lo permitía, Felix cada vez se sentía peor y quería ver a hyunjin.

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Un día, Felix se encontraba acostado sin hacer nada, sumido en dolor en todo el cuerpo y con un gran dolor de cabeza. Eso hasta que recibió una llamada de hyunjin, tomó su teléfono y respondió inmediatamente cuando vió que se trataba de él.

-Hola lix, ¿cómo estás?-Pregunta hyunjin.

-Hola Jinnie... bien, y tú?-Felix dice en un tono agotado.

-Estoy bien. Lix, hoy irás a teatro?

-Felix hace una pausa. No le había contado a hyunjin que en realidad no había vuelvo a teatro ni tampoco que había recaído, ni siquiera estaba enterado de su enfermedad porque tenía miedo de que lo odiara por eso. Sin embargo, decidió responder mintiéndole.

-Sí, claro. De hecho, me estoy arreglando para ir

-Oh, está bien, lix. Espero que te diviertas, de dejo para que termines de arreglarte.

-De acuerdo, Jinnie. Muchas gracias...-Felix cuelga la llamada.

El pecoso estaba algo pensativo, suspira y vuelve a recostarse viendo al techo, pensaba en hyunjin y cómo le diría la verdad si es que algún día podría hacerlo.

Estaba a punto de quedarse dormido, cuando jeongin de la nada entra a su habitación.

-Lix!!-Dice jeongin con una sonrisa.

-¿Ah?¿Qué haces aquí?-Felix estaba sorprendido por tan repentina aparición.

-Arréglate, iremos a teatro.-Jeongin va a closet de felix a seleccionarle ropa.

-¿Estás loco? ¿Ahora qué te picó?-El pecoso se sentía algo irritado por el comportamiento de jeongin.

-Vamos, me lo agradecerás luego.-Jeongin le entrega ropa a felix.

-Jeon, qué te pasa?

-Sólo vístete, minho vendrá por nosotros.-Jeongin se veía decidido.

-No, ya te dije que no.

-Vamos lix, no seas como un abuelito.

-Y tú como un burro, qué terco eres.-Felix niega con la cabeza y se mete entre las cobijas.

-Escucha lix, puedes quedarte si quieres sólo una hora, pero acompáñame, por favor.-El tono de jeongin sonaba suplicante.

-¿Por qué me necesitas?

-Porque eres en quién más confío, ¿sí?

-Felix no respondía, por lo que jeongin agregó:
-Por favor, un favor de compadres. Recuerda la vez que te ayudé a convencer a la señora de la tienda de dejarte más baratas las papas fritas.

-Felix suspira, y se destapa.
-Bien, ya me cambio.

-Bienn!!!Dame esos cinco!-Jeongin extiende la mano

-Sólo te ayudo para pagar mi deuda.-Chocan los 5.

-Ajá, como digas niño llorón.-Jeongin sale de la habitación para que felix pudiera cambiarse.