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'Te amo'

En la penumbra de la inconsciencia, en medio del límite del sueño y la vigilia, Yin Yu se despertó lentamente. La poca luz que entraba le molestaban los ojos que poco a poco se abrían al mundo de los vivos, y el cuerpo se sentía extraño. Todo se sentía extraño. Cómo si hubiera estado flotando por milenios en aguas tranquilas y silenciosas y luego fuera obligado a caminar de nuevo.

Había estado soñando, una evocación de sus propios recuerdos dolorosos. ¿Por qué soñaba con ese año en específico?

"Así que finalmente decidiste volver". Dijo una voz.

Yin Yu no tenía que mirar para saber que se trataba del Rey Fantasma, su jefe y benefactor, Hua Cheng.

"¿Mi señor?".

Yin Yu se incorporó lentamente en la cama y se llevó una mano a la cabeza. Se sentía mareado. Entonces escuchó una segunda voz.

"San Lang, no seas cruel".

Era la tranquila y reconfortante voz de Taizi Dianxia. La dulce voz que movió a multitudes e hizo grandes cambios en dos eras ya. Yin Yu no era un alfa, pero entendía por qué Hua Cheng se aferraba tanto a este dios, su dios.

"¿Su Alteza?". Preguntó Yin Yu, sintiendo los labios y la boca secas.

Sintió un peso extra en la cama y luego sintió las manos de Xie Lian, quien le instaba a tomar un vaso de agua. "Bienvenido de nuevo, Yin Yu. ¿Cómo te sientes?".

Yin Yu bebió del agua y entonces la sensación que le dejó fue complicada. Con ganas de morir, habría querido responder Yin Yu, pero hasta donde sabía Hua Cheng se había tomado la molestia de traerlo de vuelta a la vida como para que respondiera así.

"Raro". Fue lo que respondió.

Xie Lian sonrió y le dió una palmada en la espalda. "Es normal, tu alma aún es frágil y estuvo fuera de tu cuerpo por mucho tiempo. ¿Sabes cuánto tiempo ha pasado?".

Yin Yu se removió incómodo debajo de la palma de Xie Lian. Sabía que Su Alteza sólo estaba siendo amable y quería reconfortarlo, pero Yin Yu nunca se consideró digno de tales atenciones, mucho menos si venían de alguien tan majestuoso como lo era Xie Lian. Sin embargo, no se atrevió a quitarse porque Yin Yu, incluso si no lo veía, podía sentir el ojo fulminante de Hua Chengzhu.

Trató de no pensar demasiado en ello y en su lugar volvió a registrar las sensaciones de su cuerpo. Era una sensación extraña el estar atrapado y a la vez, poder sentir tu propio cuerpo.

"Un año". Levantó la vista. Tanto Taizi Dianxia como Hua Cheng lo miraban con atención. "He estado un año aquí. En el Palacio Qi Ying, bajo los cuidados de su dios".

Yin Yu se estremeció. Tan solo el hecho de pronunciar ese título en su lengua le causó escalofríos. Su cuerpo inmediatamente activó su modo de huida. Trató de respirar profundo.

"¿Recuerdas todo?". Preguntó Hua Cheng.

Yin Yu sacudió la cabeza. " No realmente. Podía escuchar a Qi Ying hablando. Muchas cosas las he olvidado, las de los últimos días aún más".

Quan Yizhen le hablaba todas las noches, eso fue un hecho, y el alma rota de Yin Yu de alguna forma había retenido la información esencial de entre todas esas noches de largas charlas unidireccionales. Sabía que Hua Cheng había sufrido un destino similar al suyo al desvanecerse, sabía que Xie Lian lo esperaba y que Quan Yizhen había pedido ayuda para traer de nuevo a Yin Yu, por lo que mientras Hua Chengzhu regresaba, Yizhen lo había cuidado. Sabía que la capital había sido destruida y que ya había pasado la fecha de Qingming. Pero fuera de todo eso, lo que le importaba ahora era otra cosa.

Té de Melocotón • QuanYinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora