17. Rumbo a Per-vali

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—Shh —Arisa se detuvo al oir un leve ruido de ramas rompiendose.

—Hay alguien cerca —Arin lo dedujo tambien.

Ambos omegas se quedaron estáticos en medio de la nieve, agudizando oídos y estando alerta en medio de la nada.

Fue un lobo marrón quien saltó desde unos matorrales, hallando a ambos omegas a quienes conocía bien.

—¿Ustedes? ¿Qué hacen aquí? —Roux se sorprendió al reconocerlos.

—Vinimos a ayudar —Arin se apresuró a aclarar, mostrando ademas la medicina que cargaba en su mochila.

—No deberían estar aquí. No fueron asignados a ningún grupo—Acke tambien hizo aparición.

Arisa cambió su semblante a uno altivo tras notarlo ahí, además no tenía por qué darle razones.

—Omega Arin, Arisa, regresen a la manada por favor —Solicitó el joven alfa que hacía equipo con Roux.

—No lo haremos. Tambien queremos ayudar y tú no eres nadie para prohibirle nada a mi familia —Arisa usó un tono algo grosero como respuesta.

—Arisa —Incluso Arin se extrañó por la forma hosca en que su hijo estaba tratando a quien fue su mejor amigo de infancia.

Acke se mantuvo imperturbable solo en el exterior, pues solo él sabía cuánto le dolia el desprecio de Arisa que lo rechazaba en cada ocasión.

—No sé lo que pretenden, pero cada equipo ya tiene ubicaciones destinadas —Insistió el alfa.

—Ah, me imagino que si —Arin se rascó la nuca, sabiendo que los equipos ya lo tenían todo planificado y las áreas que cubrirían. —¿Y a dónde van ustedes?

—A Garth y como notará, no tenemos suficiente tiempo —Expresó Acke.

—Si entiendo... Hace mucho que no sé nada de mis amigos Jensen y Kaira —Arin juntó las palmas con emoción. —¡Ya sé! los acompañaremos, ya que ustedes dos no darán suficiente abasto.

—¿Qué? —Arisa y Roux preguntaron al mismo tiempo.

—¿Qué esperan? Vámonos de una vez —Arin avanzó sin esperar mas, puesto que nada ni nadie lo detendría.

En tanto, Arisa estaba muy tentado en volver a casa y relajarse en la chimenea para calentar sus pies helados y olvidarse de la presencia molesta del alfa.

Acke también estaba desconcertado, pero tambien alegre de compartir algunos días en compañía de Arisa y quizá romper el hielo para empezar de nuevo.

—Tenemos un largo camino que recorrer —Acke optó por seguir a Arin, no sin antes girar y observar a Arisa. —No querrás quedarte. Hay vientos fuertes del oeste y seguramente otra tormenta caerá sobre Folke... la nieve te atraparía si es que estás pensando en volver.

Arisa soltó un resoplido desganado y terminó siguiendolos, a su lado tenía a Roux que presenciaba en silencio la tensión en el par de jóvenes.

En cierto punto Roux no pudo con la curiosidad y se acercó a Acke que permitió sin refutar siquiera que los puros los acompañaran en la misión.

—Acke.

—No funcionará —El alfa se adelantó a responder. —Por más que sea peligroso que un puro del palacio viaje con nosotros, ellos no cambiarán de idea. Es mejor que vengan con nosotros a que esten vagando solos en este clima.

—Ya veo... pero nos espera un regaño por permitir esto —Le recordó el gamma.

—Sé que el señor Fulker entenderá.

El legado del AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora