EL LEGADO POTTER-BLACK-VERSUTUS

HERENCIA

Luna se despidió de los hermanos con un abrazo cálido y palabras de aliento. "Cuídense. Si necesitan algo, solo tienen que llamarme."

"Gracias, Luna", dijo Ginny, sonriendo. "Significa mucho para nosotros."

Harry, o más bien Caelum, asintió. "Sí, gracias, Luna."

Luna les devolvió la sonrisa antes de marcharse, dejándolos solos para enfrentar su destino.

Al llegar a Gringotts, los hermanos se dirigieron a uno de los duendes en el mostrador.

"Buenas tardes", comenzó Caelum. "Nos gustaría hablar con nuestro gerente de cuentas."

El duende los miró con desconfianza. "¿Nombres?"

"Caelum y Anteres Potter-Black-Versutus", respondió Anteres con firmeza.

El duende levantó una ceja, pero asintió y los condujo a una sala apartada. Un duende de aspecto severo los esperaba allí.

"Soy Ragnok, su gerente de cuentas. ¿En qué puedo ayudarles hoy?"

"Queremos leer los testamentos de nuestros padres y reclamar nuestras herencias", explicó Caelum.

Ragnok asintió y les entregó varios pergaminos. "Aquí están los testamentos de Lord James Charlus Potter, Lord Sirius Orion Black y Lady Lilianne Genevieve Potter-Black-Versutus."

Caelum y Anteres comenzaron a leer los testamentos con atención. Descubrieron que sus padres habían sido meticulosos en la planificación de sus herencias.

James Charlus Potter había dejado una fortuna considerable, además del título de Lord Potter. Sirius Orion Black había dejado la herencia Black y el título de Lord Black. Lilianne Genevieve Potter-Black-Versutus había dejado una fortuna aún mayor, junto con el título de Lady Versutus y varios otros activos valiosos.

Pero lo más sorprendente fue descubrir que Caelum también era el heredero de las casas Slytherin y Gaunt por conquista.

"Soy Lord Slytherin y Gaunt también", murmuró Caelum, atónito.

Anteres asintió, con una mezcla de orgullo y preocupación. "Nuestros padres fueron muy cuidadosos."

Mientras seguían leyendo, encontraron los contratos matrimoniales establecidos por sus padres. Daphne Elizabeth Greengrass, Tracey Ophelia Davis, y un contrato aún no finalizado con una Casa Noble y Antigua que no estaba especificada en peticion de la otra parte del acuerdo.

"¿Cómo es que puedo casarme con más de una bruja?", preguntó Caelum, confuso.

"Porque eres Lord de más de una casa", explicó Anteres. "Debes casarte con más de una bruja para conservar las líneas de sangre y los títulos."

Caelum asintió, entendiendo. "Tiene sentido. Pero me gustaría que tú, Anteres, encontraras el amor por ti misma. No quiero concertarte en un matrimonio político."

Anteres sonrió, agradecida. "Gracias, Caelum. Eso significa mucho para mí."

Reclamaron su herencia, que incluía no solo una gran cantidad de oro, sino también varios anillos y otros objetos valiosos. Con sus nuevas responsabilidades y recursos, se sentían más preparados para enfrentar los desafíos que vendrían.

Hablaron con Ragnok sobre el plan de Dumbledore de casarlos entre ellos.

"Nos gustaría saber si hay alguna manera de deshacer el contrato que Dumbledore ha hecho para casarnos", explicó Caelum.

Ragnok asintió. "Les sugiero contactar a un abogado. Ted Tonks es un buen candidato. Él puede ayudarles a deshacer ese contrato."

Caelum y Anteres asintieron, agradecidos. "Gracias, Ragnok. Haremos eso."

Esa misma noche, Caelum y Anteres estaban absortos revisando algunas de las propiedades que ahora les pertenecían. Después de considerar varias opciones, decidieron instalarse en el Castello Residenziale di Versutus en Italia, el hogar de infancia de su madre y ahora su residencia principal. Acordaron mudarse al día siguiente mismo.

Al día siguiente, aparecieron en el Castello Residenziale di Versutus. El castillo estaba situado en medio de una majestuosa montaña, con un lago sereno cerca y un extenso bosque que formaba parte de la propiedad. Las imponentes torres de piedra se alzaban contra el cielo azul, mientras que los jardines cuidadosamente diseñados se extendían a sus pies. Los duendes de la familia Versutus los recibieron con gran alegría, recordando a los hijos de sus antiguos amos.

Caelum invocó a todos los elfos domésticos de las otras familias para que se establecieran en el castillo, y nombró a Dobby como el elfo jefe, mientras él asumía su papel como Lord de las casas Potter, Black, Versutus, Slytherin y Gaunt.

Durante la cena en el gran salón del castillo, los hermanos discutieron su futuro.

"Creo que deberíamos regresar a Hogwarts el próximo año", sugirió Caelum. "Al menos por un tiempo. Necesitamos mantener las apariencias."

Anteres rió. "¿Oh, es esa la verdadera razón por la que quieres regresar? Para mantener vigiladas a tus prometidas, ¿verdad?"

Caelum sonrió sarcásticamente. "Sí, claro. Muy gracioso."

Decidieron que Dumbledore no debía saber que ellos sabían la verdad sobre su identidad y sus herencias. Después de la cena, se desearon buenas noches y cada uno se retiró a su habitación.

En su habitación, Anteres encontró un diario que pertenecía a su madre. Con manos temblorosas, abrió el diario y leyó las últimas palabras escritas por Lilianne Genevieve Potter-Black-Versutus, fechadas el 1 de octubre de 1981.

"Mis queridos hijos, Caelum y Anteres, si algún día leéis estas palabras, quiero que sepáis que os amo con todo mi corazón. Estoy dejando este diario aquí antes de partir al Valle de Godric, confiando en que algún día regresaremos a nuestro hogar. Después de la guerra, cuando el peligro haya pasado, quiero que encontréis la verdad sobre vuestra historia y reclaméis vuestro derecho. Sois fuertes y valientes, y haréis grandes cosas. Que la justicia prevalezca y que encontréis la paz que tanto merecéis. Con amor eterno, vuestra madre."

Las lágrimas inundaron los ojos de Anteres mientras cerraba el diario con cuidado. Prometió a sí misma y a Caelum que traerían justicia a su familia, cumpliendo con las últimas palabras de su madre.

La noche se tornó en silencio en el Castello Residenziale di Versutus, mientras los hermanos dormían bajo el techo que una vez había sido el hogar de sus padres. La paz y la determinación llenaban sus corazones, sabiendo que ahora estaban unidos en su camino hacia la verdad y el futuro que habían sido negados durante tanto tiempo.