✶ׅ 𓄷̸ 𝘍𝘶𝘯𝘴𝘩𝘪𝘯𝘦 𝘹 𝘎𝘳𝘶𝘮𝘱𝘺 ˖ ་ [𝘸𝘦𝘦𝘬]

Pastelillos

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Un gran festival se acercaba, trayendo consigo emoción y una energía contagiosa. Todos los ositos de Quiéreme Mucho estaban ansiosos por participar y contribuir al evento, cada uno con sus talentos y habilidades únicas. Funshine, estaba especialmente emocionado por pasar tiempo con sus amigos y su novio.

En la tienda de Share, donde siempre se podían encontrar los más deliciosos dulces y pasteles, los amigos se habían reunido para preparar un lote especial de pastelillos para el festival. Share, conocida por su habilidad en la repostería, había recibido el ambicioso encargo de hacer 100 pastelillos, y sus amigos estaban allí para ayudar.

Funshine, Oopsy, Cheer, Share y Grumpy se pusieron manos a la obra. Share dirigía el equipo con una sonrisa, asignando tareas a cada uno. Grumpy, aunque gruñón, se mostró dispuesto a ayudar y se encargó de preparar la masa junto con Share. Oopsy, con su torpeza habitual pero gran entusiasmo, se encargó de vigilar el tiempo que los pastelillos permanecían en el horno, asegurándose de que no se quemaran. Cheer, siempre positiva y alegre, se encargó de poner la crema en cada pastelillo, mientras que Funshine decoraba con coloridas chispas.

A lo largo del día, trabajaron sin descanso, cada uno poniendo su mejor esfuerzo en la tarea. La tienda de Share se llenó del dulce aroma de los pastelillos horneándose, y el ambiente estaba cargado de risas y camaradería. A pesar del cansancio, todos estaban decididos a cumplir con el objetivo.

Cuando finalmente alcanzaron la meta de 100 pastelillos, una oleada de alivio y satisfacción recorrió el grupo. Con lágrimas en los ojos, celebraron el logro, abrazándose y compartiendo palabras de aliento y agradecimiento.

-¡Lo logramos! -exclamó Cheer, levantando una mano en señal de triunfo.

-No podría haberlo hecho sin ustedes -dijo Share, emocionada.

Grumpy, aunque normalmente reservado, sonrió y asintió. -Buen trabajo, todos. Esto será un gran éxito en el festival.

Funshine, sintiendo una inmensa gratitud y amor por sus amigos y por Grumpy, abrazó a cada uno con entusiasmo. -¡Estoy tan orgulloso de nosotros! Estos pastelillos van a ser increíbles.

Después de celebrar, todos regresaron a sus hogares, exhaustos pero felices. Sabían que el esfuerzo había valido la pena y que habían contribuido a algo especial.

Al día siguiente, el festival comenzó con un clima perfecto y una atmósfera de alegría y expectación. Los ositos de Quiéreme Mucho se reunieron en la plaza central, donde las decoraciones coloridas y los puestos llenos de delicias capturaban la atención de todos.

Funshine, con una sonrisa radiante, se dirigió a la mesa de comida donde los pastelillos que habían hecho la noche anterior estaban dispuestos en una exhibición tentadora. Tomó dos pastelillos, uno para él y otro para Grumpy, y se acercó a su novio, que estaba observando la escena con una expresión de satisfacción tranquila.

-Grumpy, ésto es para ti-dijo Funshine, extendiéndole uno de los pastelillos.

Grumpy tomó el pastelillo con una leve sonrisa. -Gracias, Funshine. Hiciste un gran trabajo ayer.

Funshine se sonrojó ligeramente, feliz de recibir el cumplido. -Tú también, Grumpy. No podría haberlo hecho sin tu ayuda.

Se sentaron juntos en un banco cercano, disfrutando de los pastelillos y de la compañía mutua. Funshine, mirando alrededor, se sintió agradecido por el amor y la amistad que compartía con Grumpy y sus amigos. El festival era un éxito, y él sabía que habían contribuido de manera significativa.

-Sabes, Grumpy, este es uno de los mejores días que he tenido -dijo Funshine, masticando un trozo de pastelillo.

Grumpy asintió, su expresión suavizándose. -Sí, ha sido un buen día. Y me alegra que podamos compartirlo juntos.

Funshine sonrió ampliamente y tomó la mano de Grumpy. -A mí también, Grumpy. Siempre quiero estar a tu lado, en los buenos y malos momentos.

Grumpy, sintiendo una profunda calidez en su corazón, apretó suavemente la mano de Funshine. -Y yo también, Funshine. Siempre.

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Mientras el festival continuaba con música, juegos y más delicias, Funshine y Grumpy supieron que su amor y amistad eran inquebrantables. En el mundo de los Ositos Cariñositos, los lazos que compartían eran lo que realmente hacía de cada día una aventura maravillosa.