12-¿Es amor?

94 26 40
                                    

"No puedes permitirme amar por el miedo de que se repita la trama de el capítulo pasado de tu vida"

...

Le doy campo a mi esposa para que entre a la mansión y la sigo de cerca.

Ella sube las escaleras después de saludar a mi madre y hermano, mientras yo me quedo en la sala y camino al sofá, quedandome en este un momento.

Suelto un suspiro cuestionandome el porqué se su lejanía resiente.

{...}

Veo a Ji entrar a mi oficina, como siempre tan bonita, debo admitir que ese vestido se sienta tan bien a su cuerpo que me hace pensar en cosas para nada inocentes.

Estaba pensando en intentar exponer mis cuadros...—murmuró después de que la besara.

Ella ha estado pintando bastante últimamente, parece más cercana a mí y suele desenvolverse más en mi presencia. Ya ha llegado a darme besos, abrazos y muestras de afecto sin que yo tenga la iniciativa.

—Me parece perfecto, linda—subo mi mano a su rostro y dejo una caricia en su mejilla—. Le diré a mi secretaria que haga lo necesario y que se ponga a tu disposición.

Ji me sonríe y vuelvo a besar sus suaves labios.

Después de eso solo llamo y le ordeno a mi secretaria lo que ya le había dicho a ella, pero su actitud cambia de la nada y cuando la señorita Brown sale, ella me ignoró horriblemente como si hubiera hecho algo malo.

Intento iniciar una conversación al salir de la empresa y subir al coche, pero ella no cambia su actitud y yo me canso de eso.

La verdad nunca había visto esta parte de ella, y si me molesta un poco, no por ella, si no porque me siento frustrado al no saber que hice y porqué ella está así.

{...}

Después de por lo menos 15 minutos, subo las escaleras y entro a nuestro cuarto sin tocar, al ingresar puedo distinguir su silueta en la cama. Es apenas prescindible ya que ella es pequeña, no ocupa mucho espacio.

—Min...—la llamo por su apellido para ver si contesta o sigue ignorandome.

—¿Umm?—sisea sin verme.

—¿Por qué estás enojada?—camino al baño y me quito la corbata en el trayecto.

Ella se queda en silencio, cuando regreso mi vista a ella parece enojada, todavía más que antes.

—¡Porque ella estaba..!—detiene su oración y suelta un suspiro, niega y se vuelve a acomodar—. Olvidalo, y disculpa mi actitud.

Me extraña un poco que haya decidido callar, pero decido darle tiempo y entro al baño.

Cuando salgo me coloco una pijama, dejando de lado la camisa ya que esta haciendo mucha calor últimamente.

Me acomodo a su lado en la cama y instintivamente paso uno de mis brazos por su estrecha cintura. Huelo el delicioso aroma que utiliza siempre y he asociado a ella ya que prácticamente se ha señido a su piel y se puede distinguir aunque no lo esté utilizando. Huele a vainilla.

—Si no me dices que hice no podré pedir disculpas—dejo un beso en su cuello, cerrando los ojos en el proceso.

—No es nada...—su voz sale en susurro y su cuerpo tiembla ante mi toque.

—Dímelo—ordeno en su oído con mi voz ronca por la exitacion.

Abro los ojos al escuchar un sonido muy parecido a un gemido salir de sus labios, una sonrisa de satisfacción hace aparición en mis labios.

Siempre serás tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora