2-Primer encuentro.

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...

Subo al coche y emprendo camino a la empresa del señor Min, hoy en la mañana pense en lo que se esta convirtiendo mi vida, siempre supe que tendria que casarme y me emocionaba la idea, pero ahora... me casare con alguien que ni siquiera conozco, nunca la eh visto, jamás eh hablando con ella.

—¿Como espera mi padre que tenga un matrimonio con esa chica?

Suspiro y me detengo en un semáforo, veo a una pareja pasar de la mano con una niña, se ven felices, eso es lo que siempre quise para mi vida, ahora mis ilusiones se han marchitado, siento un peso en mi pecho, algo que no me deja respirar.

Tal vez solo sea la idea que tengo de lo que pasaré en mi futuro, pero no puedo negarme, se trata de mi familia y aunque este arruinando mi vida, todo vale la pena por ellos dos.

Doblo en una esquina, ya casi llego a la empresa, espero sean personas comprensibles.

De la nada llega una idea a mi mente y sonrió.

—Espero acepte, no creo que este de acuerdo en que la casen con un desconocido — murmuró estacionandome en un lugar apartado de los otros coches.

Bajo del auto, acomodo mi traje y camino hacia el elevador que me llevara al piso correspondiente. Bajo y me acerco donde la secretaria la saludo y me deja entrar a la oficina.

—Gracias — ingreso a la oficina y saludo — Buenas tardes — veo a una chica muy atractiva sentada frente a el escritorio.

Me siento a su lado y prestando un poco de interés a la conversación con un semblante serio, escucho como le dice a su hija lo de nuestro matrimonio y el enfado crece, no soy una persona que viva catalogando a otros, pero definitivamente el es un hombre muy desagradable.

Veo de reojo a la chica y se ve nerviosa, parece que ella no tiene como negarce, igual que yo. Suspiro y me levanto del sofá, no se porque pero me ha hecho sentir lastima por ella, veo al señor Min con una cara sin expresión, de mi padre lo entiendo, se supone que soy el futuro de nuestros antepasados, pero el señor Min, es su hija y la esta comprometiendo sin ningún concentimiento de su parte.

Le entrego una tarjeta con mi número a mi futuro suegro y salgo de la empresa. Espero en mi auto a que ella baje y cuando lo hace subo a mi coche, espero a que ella se retire y sigo su auto, dos calles después se detiene en un semáforo y veo como le compra un dulce a un niño que esta vendiendo en la calle.

—Parece buena persona —Susurro y enciendo nuevamente mi coche y sigo manejando detras de ella.

Manejo unos 10 minutos y suspiro al ver que ya se esta alejando se la ciudad, estamos llegando a un cementerio, es raro, lo único que hay cerca son terrenos baldíos.

— ¿Por qué se detendria aqui? —pregunto viéndola bajar cuando su chofer le abre la puerta.

Frunzo el ceño al verla entrar a cementerio, parece que entrará sola, ya que el chofer volvio entrar al auto.

Bajo y la sigo cautelosamente hasta que veo que esta arrodillada sobre una tumba, parece que vienen seguido ya que hay flores llenas de vida. Intento acercarme y la veo, su semblante es triste, seguramente es alguien a quien queria mucho.

—Deja de esconderte —me sorprendo y la veo voltear —¿por qué me has seguido?— pregunta y se levanta del suelo, me acerco a ayudarla y se aleja, parece que mi cercania molesta.

Eso mas obvio, la estan obligando a casarse y que yo haya aceptado no quiere decir que ella esta bien con eso, veo que empieza a jugar con su pulsera y suspiro.

—Lamento haber seguido tu coche, necesito hablar contigo y fue lo único que se me ocurrió —respondo y aparto la vista, veo el nombre que esta en la lápida y ladeo mi cabeza —¿era familiar tuyo? — pregunto volteando a ver su rostro.

Siempre serás tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora