13-Escondiendo el amor.

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Min Jung-Li

Sus palabras se repiten en mi mente una y otra vez, pero ¿Cómo quiere que no me crea esto si su comportamiento es tan especial? Me será imposible no hacerlo, pero decidí no cuestionar mi futuro y solo disfrutar de lo que estoy viviendo.

Me va muy bien en mi trabajo, pertenezco a un hogar momentáneamente, tengo un excelente esposo y mis amigas están pasando también por un buen momento en sus vidas.

Pero entonces, ¿Por qué siento que me falta algo?

¿Por qué siento que podría ser mejor?

Tal vez si el no me tratará con tanta delicadeza y me complaciera en todo lo que pido y simplemente digo, yo no me ilusionara. O si yo dejará de repetirme que es lo que siempre he querido y lamentablemente nunca será completamente mío.

Mis ojos viajan a sus labios, hoy he despertado antes que él, ya llevo más de 15 minutos viéndolo dormir y sigo sin cansarme.

¿Por qué me gusta tanto?

¿Por qué no puedo solo dejar de desear sus caricias y besos?

¿Por qué mi cuerpo y mente piden cada vez más de él?

Muchas preguntas sin ninguna respuesta, mi obsesión aumenta cada vez más en cada ocasión que obtengo su atención.

Quiero besarlo. Bajo mi vista a su cuerpo el cuál esta descubierto, al principio no lo hacía pero después de las primeras semanas de casados, lo hace todos los días. Duerme en pantalones de pijama, sin camisa. Me encanta ver su cabello despeinado, sus ojos brillosos al despertar y sus labios hinchados después de besarnos, aunque la verdad me da mucha pena que él vea lo mismo en mí.

—La cámara esta en la gaveta de tu mesa de noche—murmura con los ojos cerrados.

Me sorprendo un poco y río intentando alijerar el ambiente.

—Mejor verte en 3D—respondo sonrojada por haber sido descubierta.

Él ríe por lo que he dicho y me hace subir todo mi cuerpo sobre el suyo. Quedo sentada a horcajadas sobre sus piernas mientras mi pecho y el suyo estan pegados.

—Quiero mi beso de buenos días—su mirada baja de mis ojos a mis labios.

Mi corazón empieza a palpitar de manera desenfrenada, lamo mis labios y me acerco a los suyos. Al sentir el contacto de nuestros labios siento mil elefantes en mi interior, no me acostumbro del todo a sus besos, los necesito pero todavía me generan euforia.

Nos vamos separando lentamente y sonrio, ¿Le digo que quiero más o solo me conformo? Ignoro la pregunta de mi subconsciente y le sonrío.

Sus manos en mi muslo, dibujando círculos imaginarios, hace que mi cuerpo se sienta caliente.

Después de unos minutos de compartir besos y caricias él se levanta para ir al trabajo, hoy no tengo nada que hacer en la empresa más que editar algunas tomas que me saltaron ayer entonces saldré con Zoe y Nicolle, ya hemos quedado desde la semana pasada, porque ellas siempre están ocupadas, y para que mentir, yo también.

Bajo a la cocina después de lavar mis dientes y cara, ayudo a la señora Olivia con el desayuno y termino de acomodar los utensilios.

—Edgar ha andado muy gruñón últimamente—levanto la vista al escucharla hablar de mi cuñado.

Es cierto que Edgar ha estado teniendo cambios de humor muy fuertes, hace unos días le respondió muy cortante a Andrew, la verdad me sorprendió, porque ellos dos nunca habían estado tan serios y cortantes mutuamente en mi presencia.

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