MERA
Llevaba horas ahí encerrada, tenía hambre y estaba adolorida, me dolían los intestinos de las descargas eléctricas y tenía frío. Al menos no estaba atada como un animal ni siendo golpeada, por ahora. De solo pensar que pude ser violada salvajemente por el que fue mi novio me da asco, de él y de mí misma por haberlo amado tanto. Tenía miedo que entrara por esa puerta a cumplir lo que prometió y con lo débil que estaba no podría defenderme, no quería que ningún otro hombre me tocase, solo Damon. Lancé señales de ayuda telepáticamente para que me encontraran. Siento unos pasos en el exterior, me pongo a la defensiva y me levanto como puedo del suelo, el vestido ya no era blanco y negro, era carmelita y negro. Se abre la puerta y el tal Jake entra con una sonrisa malévola y empinado a una botella de ron. Ese hombre no venía con buenas intenciones, porque su mirada era obscena y descarada.
-Hola lindura -estaba completamente borracho, se tambaleaba mientras hablaba. -¿Quieres pasar un rato agradable? -se acerca a mí y me alejo.
-!Déjeme! -me toma de la mano y me suelto, volviendo a atraparme y pegando su asquerosa boca etílica a mi cuello.
-!Te violaré como la ramera que eres! -se me ocurrió algo que podía salvarme la vida.
-!Espera! Hagámoslo bien... -me alejo un poco y veo que se queda quieto.
Recojo la silla y se la pongo delante, a mi vista no se escapó a que llevaba un cuchillo amarrado al pantalón, veremos cómo lo alcanzaba.
-Siéntate -le indiqué en la silla tratando de imitar a una mujer descarada, aunque el asco me estaba matando.
-!No juegues conmigo ramera! -me agarra salvajemente.
-!No! !Juro que no! Quiero que los dos disfrutemos...quiero bailarte mientras me...desnudo para ti -bebió de la botella, quise coger el cuchillo pero se alejó haciéndome caso.
Comencé a hacer que bailaba, moví mi cuerpo mientras esa mirada lasciva me repugnaba. Comenzó a tocarse por encima del pantalón y aparté la vista para que no me diese asco. Me acerqué pero con su mano tapaba el cuchillo.
-!Acércate ya!
-¿Estás apurado?
-!No ves! -se señaló riendo con malicia.
Suspiré y no me quedó de otra que acercarme, fui y con el corazón latiendo a mil por horas me senté a horcajadas sobre sus piernas, rocé el cuchillo con mi pierna, después de esto si salía viva me daría un baño con todo lo que encontrase. Comenzó a besarme el cuello y tocarme los glúteos, me hice la que le iba a tocar aquello y agarré el cuchillo sacándolo con fuerza, no sé como sucedió pero cuando vi estaba empapada en la sangre del hombre al que le corté la garganta.
Tenía el cuchillo manchado de sangre en mis manos temblorosas mientras aquel ser despreciable se ahogaba con su propia sangre, miré hacia la puerta y comprendí que debía huir. Salí en silencio cerrando suavemente. Habían dos caminos en unos pasillos, esperaba no haber elegido el equivocado.
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NARRADOR
El bloque de rescate estaba armado, Cortez daría las órdenes pero desde otra posición, ya que directamente no estaría en el comando. La familia de Mera junto a sus amigas estaban en espera de buenas noticias, Derek se quedó con Brian en el coche donde se rastrean los movimientos y las llamadas. Damon estaba con Cortez desde otro coche dando instrucciones a Morrison y Grace que lideraban dos grupos. Brian captó señal de un coche a 40 millas y para allá se dirigieron, esperaban poder atrapar al Padre y a Anthony junto a todos sus cómplices.
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Mientras quede una esperanza
Teen FictionLa vida es tan simultanea que no nos damos cuenta de que todo lo que sube puede bajar. Eso descubrió Mera, una chica hermosa, altiva, carismática y por sí fuese poco, famosa. Ella es cantante pop, realza también la música romántica y ha colaborado c...