A las ocho de la mañana del lunes siguiente, Raquel estaba parada frente a la puerta del despacho de Alfonso Prieto. Había pasado toda la noche en vela, dando vueltas en la cama mientras pensaba cómo convencer al coronel de que Sergio Marquina era inocente. Tras mucho negárselo a sí misma, llegó a la conclusión de que todas las pruebas estaban sobre la mesa y no había forma de que Sergio hubiese podido tener algo que ver con el asesinato de Ágata Jiménez. Ahora se sentía como una tonta al haber dudado de él, sintiendo como su corazón se contraía en su pecho al recordar la indiferencia con la que lo había tratado cuando él estaba igual de descolocado y confundido que ella. Sin embargo, sabía que no debía machacarse puesto que cualquier persona en su lugar, siendo consciente de la situación que había vivido, habría actuado igual. No es que desconfiase de Sergio como tal, sino que tenía miedo de volver a equivocarse.
Respiró hondo y cuadró los hombros, sosteniendo con fuerza la carpeta que había recogido de su oficina hacía unos minutos. Llamó a la puerta, con su porte decidido y una mirada seria, sin dejarse intimidar por aquel hombre.
—Hombre, Murillo, que bueno verte. ¿Te has recuperado ya del susto del otro día? –Dijo sonriendo maliciosamente, siendo consciente de lo que había pasado al juntar a Raquel y Alberto de nuevo. La inspectora sintió que le hervía la sangre, pero se obligó a respirar hondo y no irse de allí inmediatamente. Estoy aquí por Sergio, repetía en su mente una y otra vez.
—No vengo a hablarte de eso, Prieto. –Raquel se mostró impasible–. Vengo a hablar de la supuesta implicación de Sergio Marquina en el caso.
—Raquel, ya conoces mi postura respecto a eso. –Alfonso rodó los ojos–. Marquina no va a trabajar aquí, y menos en ese caso.
—He descubierto que es inocente. Tengo pruebas.
—Me sorprende, Murillo. La veía muy decidida cuando dijo que era culpable.
—Nunca dije que fuera culpable, solamente no podía demostrar su inocencia. –Alzó la carpeta para dejarla a la vista–. Pero ahora sí.
—¿Estás segura? Estás involucrada en una relación con Marquina, eso te ha podido nub-
—No estoy aquí para hablar de mi vida privada. Mira, –Le interrumpió con voz firme. No iba a hablar con nadie sobre su relación, y mucho menos con Prieto. Puso la carpeta en el escritorio frente a él–. Son fotos de lo que encontramos en la dirección de César Gandía. No he podido traer nada porque los del laboratorio lo están analizando por si hay huellas, pero eso es parte de lo que había. Hay información de todas las personas que trabajan en el caso de Ágata Jiménez, incluido Sergio. Si él fuera el asesino o tuviese algo que ver, no estaría ahí, no haría falta recopilar información sobre él.
Prieto frunció el ceño mientras abría la carpeta y sacaba todo lo que Raquel acababa de mencionar, sus ojos entrecerrándose mientras miraba las fotografías con detenimiento.
—Probablemente lo añadieran para disimular. –Dijo cruzándose de brazos. Para él era más fácil creer que Sergio era culpable: Menos trabajo y un sospechoso más para el caso. Pero Raquel no iba a dejar pasar aquello.
—Sabía que ibas a decir eso, pero no tiene sentido. Ni Gandía ni la mujer que menciona sabían que teníamos la dirección de ese piso, ni siquiera nosotros mismos sabíamos que íbamos a conseguir todo esto.
—Bueno, podría ser. –Prieto se encogió de hombros volviendo a mirar las fotografías–. Pero, aún así, no es una prueba contundente.
—Por si sola no, pero hay más. Andrés fue a buscar las grabaciones de la cámara de seguridad de una tienda que hay justo frente al lugar donde se hicieron las fotos que supuestamente incriminaban a Sergio.
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no body no crime || AU Serquel
FanfictionSergio Marquina, antropólogo forense. Raquel Murillo, inspectora de policía. Odiándose desde el minuto 0, un día un homicidio sin resolver hace que las vidas de Sergio y Raquel se crucen para no separarse nunca más. Ambos estaban llenos de prejuicio...