La sala de interrogatorios estaba iluminada por una luz fría que acentuaba la tensión presente en la sala. Raquel y Sergio se encontraban frente a Andrés de Fonollosa, quien no desvió la mirada de ambos desde que llegaron, en una especie de reto de intimidación. Raquel tampoco apartó la mirada, pero vio por el rabillo del ojo como Sergio parecía incapaz de hacerlo. Agarró su brazo bajo la atenta mirada de Andrés y lo acompañó hasta la puerta, cerrándola tras de sí.
—¿Qué pasa? –Sergio la miró con el ceño fruncido.
—Sergio, ¿Estás bien?
—¿Tú qué crees? –Sonrió triste, haciendo que el corazón de la inspectora se apretase en su pecho.
—Me refiero a que si estás bien para estar ahí dentro escuchándolo todo. –Raquel agarró sus manos–. No quiero que lo pases mal por algo que podemos evitar.
—Cariño... –Posó una mano en su mejilla en un intento de calmarse a sí mismo más que a ella–. Aprecio muchísimo que te preocupes por mí, pero necesito estar ahí dentro. Es mi hermano y necesito que me diga a la cara que fue él quien nos jodió la vida de esta forma.
Raquel asintió, posando una mano sobre la suya en su rostro. Le sonrió brevemente antes de que los dos respirasen hondo y entrasen de nuevo a la sala de interrogatorios. Se sentaron frente a Andrés y Raquel fue la primera en romper el silencio.
—Andrés, sabes cómo funciona todo esto. Puedes no decir nada, pero por tu bien deberías hacerlo. –Raquel le dirigió una mirada seria–. Necesitamos que respondas a unas preguntas de la manera más honesta posible. ¿Desde hace cuánto tiempo estás saliendo con Alicia Sierra?
—¿Y eso a qué viene ahora? –Sus ojos reflejaban una clara confusión.
—Responde, por favor.
—No lo sé exactamente. Desde hace unos meses.
—¿Notaste que Alicia estaba muy interesada en el caso de Ágata Jiménez? ¿Te hacía preguntas sobre la investigación? —Raquel continuó, su tono era firme pero no agresivo. Lo último que quería era que Andrés empezase a vacilarla y no le diese respuestas.
—Sí. –Andrés asintió lentamente–. Pero nunca pensé que fuera algo más que curiosidad. No creí que pudiera estar involucrada. Porque eso es lo que creéis ¿No?
—¿Tú crees que no? –Raquel rió irónica–. Vamos, Andrés, eres inteligente. ¿No te pareció sospechoso tanta curiosidad por el caso?
—¿Por qué me parecería sospechoso? Las parejas se interesan por las cosas del otro ¿Vosotros no? –Andrés sonrió hacia la inspectora–. Que pareja más rara hacéis.
—Déjate de gilipolleces. –Sergio, que había estado en silencio hasta ese momento, habló duramente. Cuando vio la sorpresa en el rostro de Andrés, se inclinó hacia adelante–. Andrés, eres mi hermano. ¿Cómo has podido hacerme esto? ¿Fuiste tú quien me incriminó falsamente para que Raquel me apartara del caso y rompiera nuestra relación?
La voz quebradiza de su hermano caló hasta lo más profundo de Andrés. Fue cuando se imaginó en la piel de Sergio cuando se dio cuenta de la gravedad de la situación. Puede que él no sospechara de Alicia o viese completamente lógica su propia inocencia, pero entendía que para ellos había pasado de ser un compañero a un sospechoso.
—No, Sergio. ¿Me ves capaz de hacerte eso? –Andrés negó con vehemencia, sus ojos llenos de desesperación–. No sabía que Alicia estaba usando la información que le daba.
—¿No? –Sergio alzó las cejas–. ¿Ni siquiera cuando cogió tu placa para robar las grabaciones? ¿Cuando le dabas información y se adelantaba a nosotros?
ESTÁS LEYENDO
no body no crime || AU Serquel
FanficSergio Marquina, antropólogo forense. Raquel Murillo, inspectora de policía. Odiándose desde el minuto 0, un día un homicidio sin resolver hace que las vidas de Sergio y Raquel se crucen para no separarse nunca más. Ambos estaban llenos de prejuicio...