Backstabber

322 17 6
                                    

Sus manos temblaban sobre su rostro intentando silenciar los sollozos que no paraban de salir de su garganta. No podía creer que aquello le estuviera pasando a ella, y mucho menos con Sergio. Aquel hombre que se había ganado su corazón y su confianza en tan poco tiempo, que le había enseñado lo que era el amor recíproco, que había conseguido que se dejara cuidar por primera vez en su vida. Y, por lo visto, aquel hombre que no había hecho más que engañarla.

Volvió su mirada hacia las fotos. En ellas se veía a Sergio junto a Ágata en diversas ocasiones. Cenando, entrando en su edificio juntos, besándose frente a la floristería que habían visitado al principio de la investigación, juntos en su coche. Todo aquello no le dolía tanto como la última foto que había, la que quizás había acabado con toda la confianza que Raquel había puesto en Sergio. En la foto se veía perfectamente que ambos estaban discutiendo el mismo del asesinato de Ágata, tal y como indicaba la fecha que salía en la foto. Además de las fotografías, había documentos.

Entre distintas conversaciones de Whatsapp entre ambos y el contrato de la venta de su coche, había una copia del billete de avión a Washington de Sergio justamente al día siguiente de aquello. Su corazón se heló sabiendo que aquello no había podido ser una mera casualidad.

Raquel no podía creer lo que estaba viendo, sintiendo que le faltaba el aire. Se sentó a tientas en la silla cuando sus piernas estuvieron a punto de ceder. ¿Todo aquello era real? ¿Cómo era posible que Sergio le hubiera hecho esto?

Raquel rompió a llorar, sin importarle ya quien pudiera oírla. Mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas, en su cabeza se proyectaban como una película todo lo que había vivido con él. Todas las discusiones sin sentido que habían tenido, toda la tensión que había entre ellos hasta la fiesta de Andrés, los besos en aquel mismo escritorio, como la abrazó cuando la encontró en la fábrica, la primera vez que hicieron el amor, el cariño en su toque después de contarle la verdad sobre su pasado. No pudo evitar sentir que su corazón se desgarraba al darse cuenta de que todo aquello era falso, que él había estado jugando con ella.

Su llanto fue interrumpido por el sonido de su teléfono. Ni siquiera era consciente de cuánto tiempo había pasado llorando, pero su llanto se intensificó al ver que quien la llamaba era él. Esa noche iban a pasarla juntos con una cena en uno de los restaurantes favoritos de Sergio, la cual iba a acabar con ella durmiendo abrazada a su pecho. Su corazón se encogió al ser consciente de que todo aquello se había acabado, que ya no habría más noches así nunca más.

Se limpió las lágrimas colgando la llamada, intentando convencerse a sí misma de que tenía que dejar los sentimientos a un lado y actuar con la razón que el caso requería. Su corazón le rogaba que fuese a buscar a Sergio y le pidiera explicaciones de todo aquello, que le diera algo que le confirmara que no era real, pero no pudo.

Sergio no solo había traicionado su confianza, sino que también había roto el corazón de Raquel de una forma irreparable.

<<<<>>>>

A la mañana siguiente, Raquel estaba sentada en su escritorio con la mirada perdida en el informe que tenía delante, sin poder concentrarse en nada más que en la caja que había recibido el día anterior. No había podido dormir en toda la noche, dándole vueltas a lo mismo todo el rato. Raquel, en el fondo, no quería creerlo, pero las pruebas eran contundentes. Sin embargo, no sabía qué hacer ahora. ¿Qué se hace cuando la persona de la que estás enamorada juega contigo de esa forma?

La puerta de su oficina se abrió, sacándola de sus pensamientos, y Sergio sonrió nada más verla, haciendo que Raquel sintiera un nudo en el estómago.

—Mi amor, estás aquí, menos mal. –Sergio dejó caer sus hombros, acercándose a ella.

—¿Dónde iba a estar? –Respondió fría.

no body no crime || AU SerquelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora