𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝟖

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—𝘗𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰 𝘢 𝘮𝘪...—

Carl Grimes

Semanas, eso habían pasado ¡Seis putas semanas!

Papá había dicho que iríamos por ella dentro de dos días, lo cual me mantenía más o menos tranquilo, no suficiente de todas formas.

Saber que ella estaba aya encerrada durante seis semanas viviendo quien sabe que infierno, incluso peor que el que viví yo...Yo estuve tres semanas en el Santuario....Ella y Lilith llevaban mil veces más tiempo que yo.

Estaba comiendo un pedazo de pan mientras pensaba, cuando la puerta se abrió con cierta brusquedad y lo primero que vi fue a Asher agitado y mirándome con los ojos bien abiertos.

Su entrada repentina y abrupta casi hace que me atragante con la comida.

-¿Que paso?- pregunte preocupado al ver su cara que parecía haber visto un fantasma.

-Video...Envío un video de ellas...- balbuceo.

No nesesite que lo repitiera para entender a que se refería, el pan que quedaba se lo tire a Sassy y sali corriendo detrás de Asher, entramos a la casa de Daryl, que estaba con todo el grupo, no me sorprendía.

Vi como papá ponía algo en la máquina para reproducir videos, y pronto, este comenzó a reproducirse bajo la atenta mirada de todos, mi corazón golpeaba como un tambor mi pecho, mi mente solo maquinaba todo tipo de preguntas ¿Estará bien? ¿Que va a decir?

No la había visto desde que se la llevaron al Santuario, no había oído su voz desde hace seis semanas, sólo nos podíamos conformar con la palabra de Negan sobre qué estaban vivas, y la palabra de Negan nos importaba tres kilos de mierda.

Pero debi de imaginarme que cuando Negan enviaba videos, nunca era por algo bueno.

El video apareció, primero mostraban unos tenis rojos sucios, ensangrentadls y desgastados, luego fueron subiendo lentamente, y pude reconocer que era Lilith, sentí como Asher se posicionaba lentamente a mi lado, lo mire, tenía los ojos bien abiertos, cristalizados y su boca ligeramente abierta mientras miraba a su esposa a travez de la pantalla, que no se veía nada bien.

-Estas viva...- susurro el rubio con la voz entrecortada mientras miraba el video que se centraba en la pantalla y una lágrima se deslizaba por su mejilla.

-Los va matar- susurró la rubia mirando la pantalla, su voz sonó tan quebrada, débil y agotada que pude sentir su dolor a travez de ella. Estaba limpia, arreglada, como si hubieran querido mostrar que las estaban cuidando, pero se podían notar los golpes. Su ceja con un corte arriba, su labio partido, su ojo estaba morado, había un corte en el puente de su nariz- A todos, a cada uno de ustedes, nos matara- dijo la rubia con los ojos cristalizados.

ALONNE 3: 𝐀𝐥𝐠𝐮́𝐧 𝐝𝐢́𝐚 𝐭𝐞 𝐥𝐨 𝐞𝐱𝐩𝐥𝐢𝐜𝐚𝐫𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora