𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝟑𝟗

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—𝘗𝘳𝘪𝘮𝘳𝘰𝘴𝘦...𝘗𝘳𝘪𝘮𝘳𝘰𝘴𝘦 𝘚𝘰𝘮𝘦𝘭𝘩𝘢𝘭𝘥𝘦𝘳...—

Vivian Camille Coleman Ford

Ver a Lilith tendida en la camilla, sudando, gritando y llorando, me asusto, y me pregunté porque porque acepte venir aquí sabiendo que dentro de un mes yo también estaría en las mismas y ver esto solo me daría más miedo.

Había pasado un mes, y en este momento Lilith se encontraba en labor de parto, sus gritos resonaban por toda Alexandria. Asher y Carl no estaban en Alexandria, pues habían ido a Hilltop a traer unas cosas hace dos días, así que Daryl fue por ellos, especialmente por el rubio.

-Vamos Lilith, aguanta un poco- dijo Abigail mientras Lilith respiraba agitadamente, estaba sudando y estaba fría, sus contracciones habían comenzado hace como una hora y media y rompió fuente.

Enid y Abi eran las que estaban encargadas de ella en ese momento, Siddiq ese día no estaba en Alexandria, estaba en el Reino.

-No...No puedo joder...- soltó un grito de dolor mientras se removia en la cama y apretaba aún más fuerte mi mano, haciendo que esta doliera, pero no me importo mucho en ese momento- ¡AHH! ¡MIERDA! ¿¡DONDE ESTA ASHER!?- grito retorciéndose mientras Abi la revisaba.

-Ya casi llega...- la tranquilice.

Había hablado por un radio con el ya nombrado, y estaban en camino.

-Okey, el bebé ya viene- dijo Enid después de revisarla, Lilith soltó un grito mientras apretaba con más fuerza mi mano y sentí como su se me fueran a romper los huesos, ¿en que momento saco tanta fuerza?

Minutos pasaron. Lillth gritaba mientras la animabamos a pujar y esperábamos desesperadas porque Asher llegara rápido.

-¡Puja otra vez!- ordenó Enid.

En medio del grito de la rubia, la puerta de la enfermería se abril de par en par con brusquedad, chocando violentamente con la pared.

-¿¡Dónde está!?- exclamó Asher, iba despeinado, agitada y sudado, cuando Aarón le hizo la seña de que estábamos en esa habitación, ek chico entró corriendo, mientras Lilith respiraba con agitadamente.

Se posiciono junto a Lilith al otro extremo de donde estaba yo, cas llevándose por delante a Aarón, la rubia lo miró cansada y agotada, y yo, por más que estuviera feliz de que su bebe estuviera por nacer, me compadeci de ella. Y también de mi porque dentro de poco seguía yo.

-¿Como esta, como estas bien,- empezó a hacer preguntas tan rápidas que hasta Lilith se confundía.

ALONNE 3: 𝐀𝐥𝐠𝐮́𝐧 𝐝𝐢́𝐚 𝐭𝐞 𝐥𝐨 𝐞𝐱𝐩𝐥𝐢𝐜𝐚𝐫𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora