𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝟑𝟒

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—𝘌𝘭 𝘣𝘦𝘣𝘦́ 𝘷𝘢 𝘮𝘶𝘺 𝘣𝘪𝘦𝘯, 𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦 𝘦𝘭 𝘵𝘢𝘮𝘢𝘯̃𝘰 𝘢𝘥𝘦𝘤𝘶𝘢𝘥𝘰, 𝘺 𝘱𝘰𝘳 𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘦 𝘷𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘢 𝘦𝘹𝘤𝘦𝘭𝘦𝘯𝘵𝘦𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘴𝘢𝘭𝘶𝘥𝘢𝘣𝘭𝘦. 𝘛𝘶 𝘦𝘮𝘣𝘢𝘳𝘢𝘻𝘰 𝘷𝘢 𝘮𝘶𝘺 𝘣𝘪𝘦𝘯—

Vivian Camille Coleman Ford

Habían pasado unos meses. Seis para ser exactos, todo iba espléndidamente bien, claro que con ciertos problemas, pero se resolvían con el tiempo. Todo en Alexandria marchaba bien, teníamos buenos suministros y municiones, habían llegado algunas personas nuevas, y a todos nos iba muy bien.

Durante esos seis meses, muchas cosas cambiaron, y cuando digo muchas, es muchas. Carl se vino a vivir conmigo, oficialmente vivíamos juntos. Y oficialmente ya no era solo mi casa, ahora era nuestra casa.

Lilith y Asher dieron una noticia hace tres meses. Lilith estaba embarazada, recuerdo que ese día media Alexandria se lleno de gritos, y un Aarón desmayado y Daryl casi matando a Asher, me sentí feliz por ellos dos, porque iba a tener una familia, lo que tanto se merecían y habían querido, y por lo que tanto habían luchado. Lilith tenia tres meses de embarazada y lucia increíblemente adorable con su barriguita que ya se notaba. Ese día llore, lo admito, ahora, yo era la que tenía que soportar a la rubia metida e mi casa para que le diera algunos de sus antojos cuando Asher no estaba, la bebe seria niña.

Antony y Juliette seguian siendo pareja, habían dicho que planeaban casarse, pero que ciertamente, querían esperar un tiempo más, porque sentían que sería demasiado rápido. En pocas palabras, vi como todos mis amigos hacían sus vidas y formaban sus propias familias.

Y respecto a mi y a Carl. Si, vivíamos juntos, pero los primeros tres meses yo seguía firme a mi decisión de no tener hijos, hubieron pequeñas discusiones con Carl sobre eso, no me quería obligar, para tampoco le pare sana mi razón del porque no. Y estas confirmado. Carl quería hijos.

Pero yo no sabía como hacerle entender la razón del porqué yo no podía tener hijos, ¿como iba a traer niños a este mundo repleto de maldad y muertes? ¿Como iba a traerlos a sufrir, a no poder tener una vida normal? No iban a poder ir al parque, ni comer un helado como un niño normal. Nada. Yo no quería algo así para un niño, a duras penas y soportaba yo. Tampoco quería que un niño viera como su padre entraba en crisis y apretaba los dientes para controlarse, como quería matar a su madre cuando le daba un episodio o como tiraba todo cuando le daba un ataque, o que sus sueños se vieran perturbados por los gritos de su madre que se despertó de una pesadilla.

ALONNE 3: 𝐀𝐥𝐠𝐮́𝐧 𝐝𝐢́𝐚 𝐭𝐞 𝐥𝐨 𝐞𝐱𝐩𝐥𝐢𝐜𝐚𝐫𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora