𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝟑𝟓

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—𝘈𝘶𝘯𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘮𝘰𝘴 𝘱𝘦𝘯𝘴𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘢𝘭 𝘷𝘦𝘻 𝘗𝘳𝘪𝘮...—

Vivian Camille Coleman Ford

Era navidad. Según el calendario improvisado que había en Alexandria desde que se creó, era diciembre, lo cual significaba, que estaba nevando, la comunidad se sentía especialmente tranquila, claro que siempre tenía altercados, y de vez en cuando llegaban más caminantes de los que nos gustaría, pero todo estaba tranquilo, cosa a la que yo todavía seguía sin acostumbrarme.

Estaba en mi casa, envuelta en varias mantas, pues el frío que hacía parecía del antártica, de pronto, Carl entró a nuestra habitación.

-Amor, ¿me acompañas a donde papá?- preguntó mientras se acercaba a él armario y buscaba algo con lo que abrigarse.

-Claro- dije mientras me levantaba.

Lo cual por cierto, ya empezaba a ser difícil. Ya tenía cuatro meses, mi barriga estaba más grande, y ciertamente, ya empezaba sentirse pesada.

Mis cambios de humor constantes habían sido una tortura para Carl, ya de por solía ser bastante bipolar sin necesidad de estar embarazada, el estarlo le aumentaba bastante, y Carl era el que sufría, pues el se los aguantaba, el se aguantaba que primero estuviera llorando y a los segundos riendo, y soportaba mis antojos raros, lo despertaba a las tres de la mañana por algún antojó.

Me acerque a mi lado del armario y lo abri, me cambie de pantalón, ya que tenia uno de pijama, y me puse uno algo suelto, y una camisa de manga larga de color café clara holgada, solía usar la ropa suelta porque Siddiq dijo que por seguridad no usara nada demasiado apretado, porque podría ser peligroso para el bebe.

Había sido un suplicio encontrar ropa que me quedara, porque la que tenía empezaba a quedarme apretada, y a Lilith le pasó lo mismo, ambas estábamos cambiando, nuestros cuerpos estaban cambiando, la ropa nos quedaba pequeña, y eso me frustraba, porque empezaba a quedarme sin ropa, y ya tenia poquita.

Me puse las botas, el gorro tejido que me hizo Hershel una vez, era de color rojo, morado y negro. Me coloqué los guantes, y por último me puse la chaqueta de lana que me regalo Enid, salí de la casa junto a Carl.

Alexandria estaba llena de nieve, y mientras caminábamos por las calles de la comunidad, me fije en los nombres que habían inscritos en la pared de los muros de Alexandria...Mis ojos azules se fijaron en los nombres de Lucas y Matthew...Baje la mirada mientras seguíamos caminando.

ALONNE 3: 𝐀𝐥𝐠𝐮́𝐧 𝐝𝐢́𝐚 𝐭𝐞 𝐥𝐨 𝐞𝐱𝐩𝐥𝐢𝐜𝐚𝐫𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora