Cap 8. Descubrimiento.
Pov. Bridget Voinescu.
El sol se colaba tímidamente por las rendijas de las persianas, anunciando el inicio de un nuevo día. En la cocina, con un aroma a café recién hecho y pan tostado, inundaba el ambiente, mezclándose con la dulce fragancia de las frutas tropicales. Sobre la mesa, un mantel de flores amarillas servía el escenario del miércoles por la mañana. No sé si era por la ausencia de Liam, pero había una armonía en el apartamento.
En el centro de la mesa, había preparado un humeante tazón de avena que rebosaba, adornado con arándanos, nueces y un remolino de miel dorada. A su lado, una torre de tostadas crujientes esperaba ser coronada con mermelada casera de fresa o mantequilla de maní cremosa que estaba preparada. Un vaso de jugo de naranja natural.
Era un desayuno sencillo, sin pretensiones, pero elaborado con amor y dedicación. Cada ingrediente había sido cuidadosamente seleccionado, cada detalle cuidado con esmero. Alrededor de la mesa del comedor se encontraba Tatsuki observándome mientras preparaba el desayuno.
- Mamá, ¿y papá, porque no lo he visto desde el lunes? - Me pregunta en voz bajita- papá, nos abandonó, mami.
- No, mi amor, ¿por qué dices eso? -Le pregunto preocupada por la mirada triste.
Tatsuki juega con sus manos nerviosamente mientras lo observó, esperando respuesta desde cerca, con una expresión pensativa.
- ¿Por qué papá no viene nunca a jugar, no me lleva a la escuela, no me baña ni habla conmigo? —Me dice con lágrimas en los ojos- Es como si me odiara, no es como los papás de mis compañeros que los cuidan.
Suspiro y acaricio su cabellera.
- Es una pregunta difícil de responder, mi amor. A veces, las personas toman decisiones que no podemos entender -le digo sin poder afirmar lo contrario a lo que dice.
—Pero yo lo quiero mucho, cuando es que me quiere es porque soy bruto -lo abrazó con fuerza.
- No lo sé. Pero lo que sí puedo asegurarte es que yo te amo con todo mi corazón y siempre estaré aquí para ti -le digo- y que serás un niño muy inteligente, mi amor, tú verás solo es cosa de esfuerzo.
- ¿Y qué pasa si vos también te cansas de mí?
- Nunca me iría, mi vida. Eres mi hijo y te necesito tanto como tú me necesitas a mí. Somos un equipo, ¿recuerdas? Juntos podemos afrontar cualquier cosa.
- Sí, somos un equipo, pero ¿Qué pasa si yo nunca lo logró y si ellos tienen razón y no sirvo para nada?
Le secó lágrimas y levantó su barbilla y lo miró a los ojos para decirle.
- Tú solo tienes que ser feliz, mi amor. Vive tu vida al máximo, estudia, haz tu mayor esfuerzo y persigue tus sueños. Y nunca olvides que yo siempre estaré aquí para apoyarte en todo lo que necesites.
Tras esas palabras, asiente con la cabeza para luego subirla para pararse de la silla e irse por el pasillo y entrar en su habitación. Me extraña su comportamiento, por lo cual decido seguirlo hasta allá. Una vez en su habitación, lo veo sacar algo en su mochila escolar, parece unas hojas.
- Mire, mami, lo que hice en clases de geometría ayer -Me dice tímidamente mientras me entregaba las hojas.
- Déjame ver.
Le digo leyendo en el encabezado de la tarea para luego observar lo que hizo y, aunque esperaba otros resultados negativos, me sorprende ver cómo los deberes están hechos debidamente.
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The Kings Of HelAttila
FantasiEn el corazón del reino HelAttila, donde la magia se teje en la hebra misma de la existencia, una venganza ancestral predice la llegada de las Tinieblas de Gehenna, una era de oscuridad que consumirá la tierra. Para evitar este terrible destino, Es...