14. Confesiones

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Han pasado unos días desde que hable con Sam y me dio la explicación de lo que pasó aquella noche, en esos días pasaron varias cosas, la primera es que le dije a Sam que me diera tiempo de pensar las cosas ahora que estaba sobria, ella razonablemente accedió, me ha dado mi espacio, hemos creado una rutina en estos días, también vi a Erick, ese día fue extraño por lo general hablo demasiado, pero esta vez fue diferente casi no hablé solo me limité a escuchar a Erick, me contó una y mil cosas, me hablo sobre sus clases y el proyecto que hará al final del semestre, después de un rato se dio cuenta de que estaba hablando demasiado, entonces me empezó a preguntar sobre mis clases, esas preguntas me encantaron porque las respondí con entusiasmo, me pregunto por las chicas y en particular por Sam...

- Preciosa como va todo con Sam ¿Ya son novias? – Casi escupo el agua por la pregunta que me hizo.

- ¡Erick! - ¡Joder! ¿Por qué dijo eso?

- Tranquila, solo bromeo – En serio ¿no podía bromear con algo diferente?

- Ja... ja...ja ¡Gracioso! - Tomo mi servilleta y se la aviento en la cara.

- Pero ya hablando en serio, no puedes negar que tu relación con ella no es igual que con tus otras amigas.

- ¿A qué te refieres Erick? - Comento intrigada.

- Ummm... pues que te veo más unida a ella que con tus otras amigas, de hecho no soy el único que ha notado que hubo una click entre ustedes, Nico igual lo noto, dijo que eso le recordó a cuando tú y yo nos conocimos, también nos volvimos inseparables y los primeros días pasamos horas juntos ¿recuerdas? - Él me regala una hermosa sonrisa cuando recuerda nuestro inicio, yo me quiero morir con su comparación.

-Si, lo recuerdo perfectamente - Siento una punzada de culpabilidad – Pero no es lo mismo, ella solo es mi amiga, tal vez lo sientan diferente porque ahora vivimos juntas.

- Le dije algo similar a Nico, yo sé que soy el único en tu corazón – Él me sonríe con ternura.

El resto de los días fueron muy normales, ese era uno de los fines de semana en que Sam y yo viajábamos a ver a nuestros padres, Tamara se fue conmigo para ir a visitar a su hermana, de todas las chicas ella es mi mejor amiga.

- Tami a ti alguna vez, te ha pasado que tienes pareja y llega alguien a mover tu mundo y ¿no sabes qué hacer? – Le pregunto después de un buen rato de estar platicando y escuchando música, ya estamos a pocos minutos de llegar a la ciudad.

- Sí, si me ha llegado a pasar... ¿Por qué la preguntas? – Dice con mucha curiosidad.

- No, por nada - Me acobardo y no le digo nada más a Tamara, pero claro que siendo mi mejor amiga sabe que algo pasa.

- Ari te conozco sé que no harías esa pregunta nada más porque si -Insiste- ¿Te gusta alguien más verdad?

- ... - Me quedo muda por la batalla interna de decirle o no decirle.

- ¿Es Sam verdad?

- ¿CÓMO? - Freno de golpe sin querer, lo bueno es que no tenemos ningún auto detrás de nosotras y ambas tenemos puesto el cinturón de seguridad.

- ¡Ari cuidado! – Dice Tami con un susto - Tranquila tu secreto está a salvo conmigo.

- ¿Cómo lo supiste? - Le digo mientras me pongo nuevamente en marcha.

- Mi hermana es lesbiana ¿recuerdas?, ella igual llegó a tener novio, pero al final nunca fue feliz con él y tus comportamientos con Sam a veces me recuerdan a los de mi hermana.

- ¡Oh! Vaya... ¿En serio? Nunca me habías dicho que Ana llego a tener novio.

- Pues aunque no lo creas, sí, en serio intento ser feliz con un chico, pero la realidad es que no pudo, no he olvidado que siempre me preguntaba por qué mi hermana no tenía novio si los chicos la seguían mucho, y cuando por fin tuvo uno no lo aprovechaba y yo moría por tener uno, porque no se me paraban ni las moscas en aquel momento.

Chispa de amor (en curso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora