***ESTADOS UNIDOS***
---------FLORIDA---------
***FRENTE A LA JUVENILE CORRECTIONAL: DARK CRIMSON***Las miradas de ocho jóvenes, se posaban en un cielo nublado, que apenas y estaba soltando pequeñas y lentas gotas de agua, parecía como si el cielo llorara lo que ellos querían llorar.
— Hoy se irán... Cuando regresemos al Vergel, ya no estaran — Susan fue la primera en romper el silencio, ese silencio que empezaba a ser sofocante y asfixiante.
— Podríamos haber llegado si hubiéramos cogido un avión anoche — Byron comento algo entristecido, queriendo encontrar alguna excusa para irse.
— No. Ya sabíamos que tarde o temprano pasaría, deben irse en algún momento a seguir predicando su palabra a otros lugares... — Jhostin intervino ganándose las miradas de los demás, sin embargo, aunque quisiera negarlo, también tenía esa mirada triste y abatida en su rostro.
— Y nosotros estamos aquí, porque aquí Dios nos quiso, no dudemos ni cuestionemos sus decisiones. — Xiomara expreso sus pensamientos, a pesar de la tristeza que estaba sintiendo, no dejaba que esas emociones la dominarán, Xiomara tenía esa mirada llena de firmeza y confianza.
— ¿Deberíamos entrar? — Anny pregunto algo dudosa viendo esa enorme puerta, la Dark Crimson estaba al otro lado de esa enorme puerta, el peligro del que les habían hablado, al que todos temían, estaba a tan solo unos pasos de ellos, y no sabían el cómo sentirse, la confianza estaba ahí, pero esa sensación de enfrentarte a un peligro inigualable hacía que sudaran frío.
— Ya saben, muéstrense seguros, Dios nos ha enviado aquí; allá adentro, habrá personas difíciles de tratar, habrá personas que nos querrán hacer daño y habrá personas que querrán hacernos dudar con su ideología — Un serio Christopher les advirtió a todos.
— No tengan miedo jóvenes — Sheila, la presidenta de jóvenes los alentó, seguido de tocar un botón en la pared, las puertas les fueron abiertas lentamente, los habían visto por las cámaras.
— En el nombre del señor Jesús — Pronunció con fé Elicio al momento que se abrieron las puertas y ellos se adentraron lentamente hacia el lugar más temible por sus criminales.
Algunos guardias junto a militares los encaminaron a una sala blanca, sin vida y muy iluminada y, por supuesto, todo el lugar estaba repleto de cámaras, cada pasillos, en cada entrada, en cada sala, en cada celda, en absolutamente todo, había cámaras, sería bueno decir que los baños no tenían cámaras, pero sería mentir, en los baños también había cámaras, les habían explicado, que con el tipo de personas que yacen en aquel lugar, la privacidad no era una opción.
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Una Dayana con poco racionalismo, sus labios entreabiertos y una mirada ansiosa, se encontraba frente a un malévolo Liam.
Liam sonreía con morbo, al verla, al ver que con solo agitar una pequeña bolsita transparenta con un poco de polvo blanco, era más que suficiente para tenerla a su disposición, como a un perro hambriento que no ha comido durante días. Para él, eso era Dayana.
— Porfavor, Liam. — Suplicó.
Liam miro atrás, soltando una sonora carcajada, al ver tal escena, sus compañeros también comenzaron a reír: Bryan, Kenia y Robert.— Honestamente, me divierte verte así, Dayana — Sonríe con arrogancia — Así, tan... Rastrera y manipulable. — Suspira.
Dayana miraba sin pestañear a Liam, su mirada iba de él, hacia sus compañeros, sin detenerse, sabía que estaba haciendo mal, pero su cerebro no lo entendía, no lo suficiente como para dejar de humillarse.
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Los elegidos
Science FictionTodos nos perdemos en el proceso de encontrarnos. A veces solo somos una definición de lo que pudo ser y jamás fue. Un bucle de desgracia que se repite sin cesar y, cuando parece que todo cambiará para bien, es todo lo contrario. - La antigua cue...