Cap 11

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Sabor amargo.

A la mañana siguiente, con pereza desperté. Confundido, moví la cabeza y tanteé el lugar a mi lado buscando a Chris, averiguando que me encontraba solo en la habitación.

Eché una mirada a mi alrededor, la noche anterior no había tenido oportunidad de explorar el lugar.
Era lo más parecido a el apartamento en el que vivía antes mi hyung, vacío y minimalista. De no ser por la cantidad de fotos nuestras que se hallaban en la pared de la habitación, que me llenaban de emoción y me tranquilizaba los nervios, podía imaginar que me encontraba en lo que era su hogar en Australia.

Noté la hora en mi celular; 8:29 de la mañana. Me estiré en mi lugar y me preparé con pereza para bajar.

Involuntariamente los pensamientos de la noche anterior vinieron a mi como un duro golpe en las costillas.

Era confuso que extrañara lo que había sucedido hace tan solo unas horas, hace tan solo tres horas. Pero esa era la realidad y yo no podia negarla. Ya ni siquiera lo sobre pensaba. Tampoco podia ignorar los sentimientos que apuñalaban mi cerebro.

Suspiré.

Me planté con firmeza y flexioné mi cuerpo con fervor. Huesos tronando con sonoridad por mi columna.

Quizá solo necesitaba más tiempo
para saber si era real, para asegurarme.

Bajé de la cama encontrándome con el suelo frío y pulcro bajo mis pies. 
Me cambié la pijama que llevaba puesta por algo mas casual: unos pantalones sueltos color blanco y una sudadera oversized color rosa.
Lavé mi cara y cubrí las manchas por mi cara con un poco de maquillaje; sería penoso si vieran mis pecas.

Con millones de pensamientos en mente, crucé el gran pasillo que separaba las habitaciones de puertas blancas.

Reconocí a una de las habitaciones como el baño debido al vapor que provenía de esta, al parecer; el era el último en despertar.

Me encaminé hacia la cocina una vez bajé las escaleras; encontrándome con un joven alto quien de sus caderas colgaban unos jeans grandes sueltos tipo cargo y una playera blanca oversized con estampado gris.
Se abalanzaba con sutileza sobre sus talones mientras tarareaba una canción que sonaba de su celular. Armonizando con la melodía. Line without a hook de Ricky Montgomery.

–Buenos días Hyunjin hyung –saludé entrando a la habitación, inhalando el rico aroma que desprendía donde se hallaba mi mayor.

Felix –esbozó una leve sonrisa –Buenos días rubio lindo –devolvió el saludo por encima de su hombro de manera encantadora sin dejar de hacer su trabajo frente a el.

Sacudí la cabeza con excesiva violencia y las mejillas ardiendo, avergonzado.

–Huele delicioso Hyunjin hyung.

Inclinando la cabeza, curioso me acerqué a averiguar que hacia rugir a mi estómago sin vergüenza alguna.

–Preparé omelette para todos –mencionó con una sonrisa al notar mi interés–. ¿Te gusta?

Moví la cabeza tímidamente en afirmación y me sinceré ante el.

–Me sentí muy cómodo anoche, con todos ustedes, gracias por recibirme tan bien –balbuceé con timidez, al tiempo que escondía ambas manos detrás de mí.

–Oh

Esbozó una gran sonrisa.

Por supuesto Felix. Eres bienvenido, puedes decirme cualquier cosa que necesites –.exclamó y me miró tan bonito; como si fuera un niño que acaba de descubrir un gran tesoro en su jardín. Un precioso tesoro.

The winter we fell in love ◌ (StrayLix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora