Capitulo 2

878 99 23
                                    

The storm

La temperatura bajaba, y su ansiedad aumentaba. Pronto vendría una tormenta.
Un nudo en su garganta comenzó a formarse, en cualquier momento comenzaría a llorar y eso solo lo haría sentir más inútil, ¿cómo pudo dejar a cargo a Dori con alguien más? El es su jodido dueño, ¿En qué carajos estaba pensando?

Sus gatos eran lo mas importante que tenia, los únicos seres vivos que necesitaba, ¿Que haría entonces si le llegaba pasar algo a Dori?
La primera lágrima cayó en su muslo izquierdo, seguido de muchas más.

–Dori...Dori –gimió en voz baja.

Más lágrimas empezaron a caer en sus piernas y ante brazos.
Pasó una mano por su rostro. Contuvo el llanto y, enojado, secó sus ojos.

Aceleró el auto y las llantas sonaron por la mojada carretera.

–Ya casi llego Dori... por favor, no te vayas de casa – murmuró y repitió –no te vayas...

Estaba por entrar al bosque donde su casa se encontraba, pero algo hizo frenar su paso, más bien alguien.

–Qué- ¿que carajos? –exclamó y bajó del auto.

Un joven rubio delgado, sostenia a Dori entre sus brazos contra su pecho, cubriendo a esta con su abrigo.

Un alivio recorrió su pecho al verla bien y siendo protegida (no del todo) de la lluvia. Mientras no estuviera en la carretera, todo estaba bien.

–¿Hola? –Exclamó el mayor y el rubio subió la mirada.

–¡Ah! ¡Hola! ¿Disculpe este es el camino correcto hacia ese lugar de taxis?

–¿Que? No. ¿Que carajos haces ahí parado en la lluvia? ¿Por que tienes a Dori? –Enfurecido y confundido preguntó.

–¿Dori? –respondió –Oh, ¿este pequeño gatito? Unos perritos lo querían lastimar, los ahuyente y no quiso separarse de mi. –separó sus brazos dejando ver al pequeño felino descansando en su pecho.

–Entra al carro. –mencionó el mayor mientras regresaba al vehículo y le abría la puerta al menor, quien con prisa, entro y cerró la puerta para después suspirar.

–Muchas gracias... –levantó la mirada y le sonrió a su acompañante. –Soy Yongbokk, pero puedes decirme Fe-

–No me importa quien carajos eres. Dame al gato y llama a un Uber para que te lleve a tu casa. –exclamó fríamente tomando a Dori, quien confundida se acurrucó ahora con su dueño el cual la cubrió con uno de sus sacos secos. –Gracias por protegerla, pero ahora me haré cargo yo.

–A-ah, si, de acuerdo –prosiguió Yongbokk. –Lo entiendo. Pero... nadie ha querido tomar mi viaje debido a la lluvia. –añadió

–Ah –reconoció el mayor. –Es cierto. Nadie debería conducir en tormentas.

El menor suspiró, todo estaba saliendo mal en este día cuando debía ser uno de los mejores. Estaba todo mojado, tenía frío y ahora un extraño lo estaba tratando mal. Odiaba todo.

–Supongo... –continuó el mayor –supongo que puedes pasar la noche en mi casa.

¿Que? ¿En serio el mismo estaba diciendo eso? ¿Ofreciendo su humilde hogar para un extraño? ¿Dejaría que invadieran su lugar seguro?
Sí.
Pero siendo sincero con el mismo, se sentía comprometido a que llegara bien a casa aquel rubio después de que cubriera a Dori de aquellos perros y de la lluvia, se la debía ¿o no?.

–¿En- en verdad? –preguntó Yongbokk.

–Uh, si, no parece que la tormenta vaya a parar hasta mañana. Puedes tomar un Uber cuando amanezca, ademas mi casa esta a unos kilómetros arriba. –afirmó.

–¡Muchas gracias! –exclamó el pecoso sonriendo.

Comenzaba a arrepentirse.


Muchas gracias a todas esas pocas personas que apoyan mi historia con sus estrellas, me animan a querer seguir escribiendo esta historia y muchas más, gracias🩷

The winter we fell in love ◌ (StrayLix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora