Bambam cayó en la colchoneta del gimnasio con un ruidoso ¡oomph! Rodó sobre un hombro, y luego se puso de pie de un salto. Se paró justo a tiempo para esquivar el puño de Jaebeom.
Bambam trató de patear a Jaebeom de vuelta, pero el Leopardo estaba demostrando ser un gran combatiente. Lo que era bueno, porque eso era lo Bambam quería en un compañero de sparring.
—¿Por qué no admites que estás sorprendido y asombrado con mis habilidades? —Bambam dijo.
—Me has dicho eso todos los días. ¿De verdad te estás quedando sin comentarios sabiondos? —Jaebeom preguntó.
Bambam negó con la cabeza.
—No te preocupes. Nunca me quedaré sin palabras. Es sólo que las repito cuando he estado trabajando por cinco horas de corrido. En serio, ¿cuándo vamos a tener tiempo para divertirnos?
Bambam había usado esa frase a propósito, para que sonara inocente o pícara según se viera. Tenía la esperanza de que quizás le pudiera ganar otro beso. De verdad, de verdad, le gustaba cuando se besaban.
Por supuesto, eso es todo lo que habían estado haciendo. Aunque vivían bajo el mismo techo y se veían todo el día, todos los días, se estaban tomando las cosas con calma. O al menos lo hacían en el caso de Bambam. Él nunca había estado en una relación por más de veinticuatro horas, mucho menos una semana completa. Así que no estaba seguro de cómo actuar.
Jaebeom se detuvo.
—¿Qué tal esto? Entrenamos por otra hora y luego podemos tener una maratón nocturna de Netflix.
—Hemos estado haciendo eso todas las noches —Bambam dijo antes de sonreír—. En realidad no me estoy quejando. De hecho me divierto.
Jaebeom le dio una mirada inquisitiva.
—¿Por qué suenas tan sorprendido?
—Antes de conocernos, las maratones televisivas me hubieran aburrido a muerte en una cita. Bueno, técnicamente nunca he estado en una cita, por lo general solo cogía con alguien, un cuerpo. Creo que era porque sabía que no podía apegarme mucho a nadie. No al menos con esto de tener que mudarnos todo el tiempo.
Jaebeom se inclinó y le dio a Bambam un beso lento y profundo. Bambam se lo devolvió, permitiéndose disfrutar cada instante. Nunca había sido tan bueno, con ninguno. Bambam tan sólo podía imaginarse lo electrizante que sería cuando por fin tuvieran sexo.
—Por ahora necesitamos regresar a trabajar —Jaebeom dijo, sus labios a sólo pulgadas de distancia.
—Creo que descubrimos dónde está Ride —Hyungdon anunció.
Caminó hacia Jaebeom y Bambam. Hyungwon, a quien Bambam había apodado "Señor no Habla", seguía a Seunghyun. Lo que demostraba la gravedad del bombazo que Hyungdon estaba a punto de dejarles caer. Normalmente Hyungwon sólo dejaba la oficina para hacer algún trabajo o para comer. De lo contrario, Bambam rara vez lo veía.
—¿Fue por la base de datos que establecí? —Jaebeom preguntó.
Bambam se sintió culpable. Sabía que Jaebeom era su mejor técnico. Sin embargo, Jaebeom se había estado tomando descansos para estar con Bambam. Tal vez, si Jaebeom se hubiera concentrado completamente en el trabajo, hubieran encontrado a Ride más pronto.
—La búsqueda todavía hubiera tomado el mismo tiempo -Minghao dijo desde atrás. Tú sabes que yo también soy bueno con esa mierda. Así que los he estado ayudando.
Bambam pegó un salto. No había escuchado o sentido —maldito bloqueo de Minghao— que su hermano se acercaba. Así que Bambam no había estado listo para escuchar a nadie parloteando en su oído.
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Serie de la HdA 02 - Jaebeom Tiene una Golosina
FanfictionSerie de la Hermandad de Asesinos 02 - Jaebeom Tiene una Golosina RESUMEN Los Leopardos no son conocidos por ser amables, cariñosos o generosos. Así que no debía sorprender que el cambiaforma Leopardo, Jaebeom, no quisiera encontrar pareja. Es uno d...