Capítulo 11

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A Jaebeom se le fue el estómago a la garganta cuando vio caer a Bambam. Lo peor era la manera en la que el Petauro se mecía hacia adelante y hacia atrás. Incluso dejó de parlotear por una vez, lo que era señal de que algo andaba realmente mal.

—¡Médico! —Xiumin gritó. Minghao se acercó corriendo.

—Todo el tiempo tiene migrañas, pero jamás lo había visto así de mal...

Uno de los felinos de la Hermandad de Asesinos, se arrodilló junto a Bambam. Su nombre era Sage y era la única que tenía algo de conocimiento médico. Comenzó a pasarle las manos. Frunció el ceño mientras negaba con la cabeza, haciendo que varios rizos de pelo marrón se soltaran.

—No hay heridas serias, a pesar de la sangre —dijo.

—Eso es porque tiene una migraña como te acabo de decir — replicó Minghao con un todo algo exasperado.

La paramédico alcanzó su bolsa y sacó una jeringa. Estaba a punto de clavarla en el brazo de Bambam cuando Minghao se acercó y le puso una mano en el hombro para detenerla.

—¿Qué le estás dando? —Minghao demandó, sus ojos entrecerrados.

—Es algo para ayudarlo con el dolor —le explicó con calma.

—¡Eso es mierda! —Minghao gruñó—. Puede que seamos tontos en algunos aspectos del mundo de los cambiaformas, pero incluso yo, sé que las medicinas no funcionan con nosotros.

—La mayoría de las medicinas, no —aclaró ella—. Esta fue hecha específicamente para nosotros. Piensa en ella como en un analgésico reforzado.

Jaebeom no culpaba a Minghao por su actitud. Si Jaebeom estuviera en la posición de Minghao, con toda probabilidad se comportaría de la misma manera.

—No te preocupes. Yo confío en Sage —Jaebeom dijo—. Ella nunca haría nada que nos pusiera en peligro.

—¿Y qué? —Minghao lo retó—. No la conozco ni un carajo.

—Confía en mí, entonces. Nunca permitiré que le hagan daño a Bambam —Jaebeom prometió.

Minghao miró dentro de los ojos de Jaebeom. Fue una mirada penetrante que hizo sentir levemente incómodo a Jaebeom. Pero al final, Minghao asintió.

—Está bien. Confío en ti —dijo.

Jaebeom asintió hacia la paramédico. Ella levantó la manga de Bambam, luego le hundió la aguja en el brazo. Bambam ni siquiera pareció notarlo. Era como si estuviera perdido en su propio dolor.

A Jaebeom le rompía el corazón ver a Bambam sufriendo tanto dolor. Jaebeom se encontró pensando en que haría cualquier cosa para quitárselo.

Nunca se había sentido tan desesperado en su vida.

Se puso de cuclillas al lado de Bambam. El Petauro tenía el pelo en la cara. Con ternura, Jaebeom se lo sacó. Para su sorpresa, incluso se agachó y le dio un suave beso en la cabeza a Bambam.

—Realmente tenemos que salir de aquí —Xiumin dijo—. Pueden venir más humanos en cualquier momento.

—¿Cómo se supone que vamos a irnos? —Jaebeom gritó—. No lo podemos mover teniendo tanto dolor.

Xiumin le puso una mano en el brazo a Jaebeom.

—Lo llevaremos a la Coalición. Tenemos el mejor hospital allá y excelentes doctores.

—¿Por qué necesita ver a un doctor? Es sólo una migraña. —Minghao los cortó.

La paramédico sacudió la cabeza.

Serie de la HdA 02 - Jaebeom Tiene una GolosinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora