Capítulo 4

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Jungkook despertó gracias a su móvil ¿Quién demonios lo llamaba tan temprano? Se desperezó tomando su teléfono para contestar de mala gana.

— ¡Pedazo de estúpido! —exclamó su mejor amigo al otro lado de la línea. — ¿A caso quieres deshacerte de mí? ¿Estás buscando que tus padres me maten? ¡Vinieron a buscarte justo después de que te fuiste! ¿Te escapaste a algún motel con algún beta? ¿Por qué no contestaste antes el teléfono?

Jungkook tomó aire mientras alejaba el celular de su oído o el beta iba a destruir sus tímpanos.

—Más despacio, Jimin —pidió sintiéndose extrañamente mal. —Solo estaba cansado y toda esa gente puso de mal humor a mi lobo —no era del todo mentira. —Después hablaré con mis padres yo mismo ¿Si? No me estoy sintiendo bien.

Jimin dijo un par de cosas más a las que el castaño no prestó atención, Jungkook se quedó mirando el espacio vacío en su cama donde debía haberse encontrado Taehyung pero el lugar estaba completamente vacío. Lo único que recordaba de la noche anterior era que había perdido el control en medio del acto y eso solo le preocupó, nunca había perdido el control de su lobo bajo ninguna circunstancia y ahora resultaba que un omega aparecía de la nada y tiraba su control a la maldita mierda. Su hermano mayor, Yoongi estaría decepcionado de él. El mayor de los Min era experto en el control, un alfa distinguido con carácter y autocontrol de hierro. Él mismísimo primogénito de su familia le había enseñado a dominar a su lobo cuando era un adolescente y ahora parecía haber perdido todos esos años por un tipo que ni siquiera conocía.

Su mente eran imágenes vivas de Taehyung llegando al éxtasis, de su cuerpo y rostro. Su aroma estaba por todo el lugar pero no era suficiente para calmarlo, necesitaba al tipo ahí.

Maldijo en voz alta, debería sentirse aliviado de que el hombre no estuviera ahí enrollándose con él. Taehyung le había hecho un favor al irse sin siquiera decir adiós, su vida podía volver a lo de siempre ¿O no?

Y Jungkook no podía estar más equivocado, realmente estaba frustrado y de mal humor. Dos semanas en las que solo se dedicaba a dormir, discutir con su mejor amigo e ignorar a su padres.

Tenía que entregar el nuevo guion que debía haber hecho para su manhwa pero simplemente no pudo dibujar, tenía en claro de lo que iba la historia pero ahora simplemente no sabía y la editorial no paraba de presionarlo pero era su culpa después de todo.

Realmente estaba decepcionado de sí mismo y enojado ¿Por qué? No comprendía una mierda de lo que le estaba pasando y no era capaz de preguntarle a su hyung, le daba vergüenza ¿Qué le estaba pasando? Parecía como si... No, eso no podía ser.

Decidió que no iba a quedarse ahí, necesitaba aliviar todo el estrés y su mal estar. Primero iba a ir al médico y después a buscar a algún beta, estaba cansado de estar encerrado en su departamento.

Algo debía estar pasándole a su lobo, esa era la única cosa que podría estar afectándolo a ese nivel pero nunca había pasado por algo parecido, por eso, cuando llegó a la clínica fue como si se aliviara momentáneamente. Se relajó un poco, solo un poco y eso lo confundió más hasta que...

— ¡¿Me está jodiendo?! —el castaño conocía esa voz a la perfección. — ¿Cómo que no se puede revertir?

Se volteó para ver al peli negro dueño de sus pensamientos perseguir a un doctor, se preocupó efímeramente cuando vio una venda en el cuello del chico. No pudo detener sus pies cuando estos empezaron a andar, a unos metros de él Taehyung se volteó.

—No importa el dinero que invierta, ya le dije cuál puede ser su solución —dijo el médico mientras seguía caminando. —Debo atender otros pacientes.

Jungkook sintió un enorme alivio cuando lo vio ahí aunque su corazón se sintió pesado cuando vio con atención el rostro del mayor, la piel antes brillosa y bronceada ahora estaba opaca, los labios cerezo ahora estaban secos y rotos, debajo de los ojos tenía manchones oscuros ¿Qué mierda le había pasado? Hasta se veía más delgado.

— ¡Tú maldito imbécil! —bien, ese no era el saludo que el alfa esperaba.

Taehyung no dudó un segundo en derribarlo a medio pasillo y golpearlo con todas sus fuerzas, Jungkook tampoco se resistió mucho porque si el peli negro estaba molesto en una clínica eso solo podía significar una cosa.

Enfermeras y algo del personal de limpieza intentaron detener al "Beta" pero el alfa hizo una seña para que no se metieran. Una vez que Taehyung se detuvo, con los nudillos colorados y el rostro del alfa sangrando supo que ahora era momento de responsabilizarse.

—Voy a hacerme responsable —dijo Jungkook mientras el peli negro se levantaba sobre él. —Juro que no les hará falta nada —el personal al rededor de él lo ayudo a levantarse. —Te doy mi palabra, todo fue mi culpa.

Otro golpe en su estómago.

— ¿No nos hará falta nada? —cuestionó Taehyung. —Eres una mierda —bufó con molestia.

—Debería esperar a que lo curemos e irse a hablar a otro lado —dijo una de las enfermeras.

—No me interesa hablar con él en lo más mínimo, yo solo encontraré la solución —respondió de mala gana alejándose del lugar.

Jungkook lo vio alejarse con dificultad, tenía una ceja y el labio roto además de que uno de sus pómulos se había empezado a hinchar pero eso no se comparaba al dolor que se extendió por todo su interior cuando vio al chico alejarse negándose a hablar con él. Realmente dolía como el infierno, dejó que dos enfermeras tratarán sus heridas para después poder confirmar sus sospechas con un médico. Sintió su boca seca cuando un profesional confirmó sus sospechas.

Todo lo que alguna vez detestó y juró no hacer estaba pasando frente a sus ojos, estaba conectado a un omega por su descendencia.

El alfa tomó su móvil para marcar a quien estaba acostumbrado a solucionar su mierda.

— ¿Jimin? —hizo una pausa. —Si, lo lamento no debí gritarte pero después lo voy a compensar —escuchó a su amigo contestar y siguió. —Necesito que vengas a la clínica y averigües por alguien.

✨✨✨

Jimin se quejó debido al dolor muscular después de una clase intensa, realmente estaba cansado pero no podía hacer esperar a su amigo. Jungkook podía ser odioso, pero era su único y mejor amigo después de todo.

— ¿Estás bien? —cuestionó uno de sus compañeros, Hoseok. —Te veías preocupado hablando por teléfono hace unos minutos.

—Si, tengo que ir hasta la clínica a ver un amigo pero todo está bien —se limitó a contestar el beta.

—Puedo llevarte hasta ahí si quieres, todos estamos exhaustos —se ofreció el alfa.

—Claro —los chicos se sonrieron para tomar sus cosas y salir del estudio, juntos.

¡Entiende que soy beta! - KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora