Lord Potter Black

El Comienzo de Quinto Año

Harrison Potter regresaba a Hogwarts para su quinto año con sentimientos encontrados. La emoción de volver a ver a sus amigos y el inicio de un nuevo curso estaba matizada por la responsabilidad adicional que ahora llevaba como Lord Potter. Sus amigos, Michael y Terry, lo esperaban ansiosos en el Expreso de Hogwarts.

"¡Harry! ¿Cómo estuvo tu verano?" preguntó Michael, abrazándolo fuerte.

"Fue... interesante," respondió Harry con una sonrisa. "Mucho que aprender sobre ser Lord Potter. ¿Y tú, Terry?"

"Todo tranquilo en casa" dijo Terry con una sonrisa amplia. "¿Entonces, ya te acostumbraste a ser un Lord?"

Harry se rió. "Más o menos. Hay mucho que aprender, pero tengo a Sirius y Remus ayudándome."

Michael frunció el ceño ligeramente, siempre preocupada por los detalles. "Debe ser una gran responsabilidad. ¿Cómo te sientes al respecto, Harry?"

Harry se encogió de hombros. "A veces es abrumador, pero creo que es una oportunidad para hacer algo bueno. Y estoy aprendiendo a manejarlo día a día."

Durante el viaje en tren, Harry decidió dar una vuelta por los vagones para despejarse. Al pasar por el compartimiento de Slytherin, escuchó una voz familiar.

"Harry, ¿puedo hablar contigo un momento?" era Daphne, su amiga.

"Claro, Daphne," dijo Harry, entrando en el compartimiento. "¿Cómo has estado?"

"Bien, gracias," respondió Daphne, sonriendo. "Escuché a mi papá decir que ahora eres Lord Potter Eso es un gran cambio."

Harry asintió. "Sí, lo es. Pero estoy aprendiendo a manejarlo."

Daphne lo miró con interés. "Si alguna vez necesitas ayuda con los asuntos de la nobleza, puedes contar conmigo. Mi familia tiene experiencia en esos temas."

Harry se sintió agradecido. "Gracias, Daphne. Aprecio tu oferta. ¿Nos vemos más tarde en Hogwarts?"

"Claro, estaré en la biblioteca," dijo Daphne, sonriendo mientras Harry se despedía y regresaba a su compartimiento.

Cuando el tren llegó a la estación de Hogsmeade, los estudiantes bajaron y subieron a los carruajes que los llevarían al castillo. Harry, Michael y Terry se encontraron con Draco, Blasie y Theo en uno de los carruajes.

"¡Harry! ¡Michel! ¡Terry!" saludó Blaise con entusiasmo. "¿Cómo han estado?"

"Hola, Blaise" respondió Harry, sonriendo. "Todo bien. ¿Y tú?"

"Bien, gracias. Estoy emocionado por el nuevo año," dijo Blaise, con una chispa de emoción en sus ojos.

Theo, con su habitual aire intelectual, agregó, "Escuché que este año podríamos hacer algunas bromas. Deberíamos estar preparados."

Draco se rió suavemente. "Theo, siempre tienes las ideas más interesantes."

El trayecto al castillo estuvo lleno de risas y conversaciones animadas. Harry se sintió agradecido por tener amigos tan leales. A medida que se acercaban a Hogwarts, el majestuoso castillo se alzaba ante ellos, lleno de promesas de aventuras y desafíos.

En el Gran Comedor, los estudiantes se sentaron en sus respectivas mesas. Las velas flotaban en el aire y los fantasmas deambularon por el salón. Dumbledore se levantó para dar su discurso de bienvenida.

"¡Bienvenidos a un nuevo año en Hogwarts!" dijo con su voz cálida y autoritaria. "Espero que este año esté lleno de aprendizajes, amistades y descubrimientos. Ahora, ¡a disfrutar de la cena!"

Los platos se llenaron mágicamente de comida deliciosa, y el ruido de conversaciones y risas llenó el salón. Harry, sentado entre Michael y Terry, observó la mesa de Slytherin y encontró la mirada de Daphne. Ella le sonrió y él devolvió el gesto, sintiendo una calidez en su ser.