Lord Potter Black

El Verano en Blackmore

El verano había llegado, y con él, un aire de cambio se instaló en la vida de Harrison Potter. Tras un año turbulento, el periodo estival ofrecía la promesa de descanso y nuevas experiencias. El primer gran acontecimiento del verano fue la mudanza de Sirius Black y Remus Lupin a Black Manor, la antigua mansión de los Black, situada en el elegante suburbio de Blackmore. La casa, que había estado vacía y en ruinas, se encontraba ahora en proceso de ser renovada por Sirius, quien estaba decidido a transformar el antiguo hogar familiar en un lugar de nuevo significado.

Harry, aún procesando el peso de los eventos recientes, estaba ansioso por pasar tiempo con Daphne Greengrass y conocer mejor a su familia. Daphne le había extendido una invitación para quedarse en la mansión Greengrass, situada cerca de Whiltsare, a lo que Harry acepto gustoso.

Un día dejo el castillo para visitar a Sirius a Blackmore al llegar a Black Manor, Harry fue recibido por Sirius y Remus, que estaban ocupados con los últimos detalles de la mudanza. Sirius, con una expresión de entusiasmo, se acercó para saludar a Harry.

“Harry, ¡qué bueno verte!” exclamó Sirius, abriendo los brazos para un abrazo. “Este lugar es mi hogar tanto ahora. ¿Te gusta, Cómo ha ido el verano hasta ahora?”

“Todo bien, gracias,” respondió Harry, mirando a su alrededor con interés. “El lugar parece increíble. Me alegra ver que todo está tomando forma.”

“Sí, ha sido un trabajo arduo,” dijo Sirius con una sonrisa. “Pero valdrá la pena. ¡Quiero que te sientas cómodo aquí! Remus y yo estamos redecorando todo aquí ”

Remus Lupin, con su habitual serenidad, extendió la mano. “Es bueno verte, Harry." Dijo.

“Gracias Remus” dijo Harrison, estrechando la mano de Remus. “Gracias por invitarme a pasar un tiempo con ustedes.”

A las pocas semanas de su llegada inesperada a Balckmore, Harry sentado en la cabecera del comedor del castillo vio como Dobby le entregaba una carta y desaparecia, la carta fue una invitación a la mansión Greengrass, una residencia elegante con jardines extensos y una atmósfera de sofisticación y elegancia. Daphne lo recibió con entusiasmo.

“Te presentaré a mi familia,” dijo Daphne mientras lo guiaba hacia el salón. “Mi padre, Cygnus Greengrass, mi madre, Estella, y mi hermana menor, Astoria.”

Cygnus Greengrass, un hombre imponente con una presencia digna, extendió la mano hacia Harry. “Bienvenido a nuestra casa, Heredero Potter. Daphne ha hablado mucho sobre ti.”

“Gracias, Lord Greengrass,” respondió Harrison, estrechando la mano con respeto. “Es un honor conocerlo.”

Estella Greengrass, con una elegancia tranquila y un aire de refinamiento, se acercó con una cálida sonrisa. “Estamos encantados de tenerte aquí, Heredero Potter. Daphne siempre ha hablado muy bien de ti.”

Astoria, la hermana menor de Daphne, era una joven vivaz con una actitud encantadora. “¡Hola, Harry! Me alegra conocerte. He escuchado mucho sobre ti.”

Harry sonrió, sintiéndose bienvenido. “Es un placer conocerte a ti también, Astoria. Estoy deseando pasar tiempo con ustedes.”

Durante su estancia en la mansión Greengrass, Harry tuvo la oportunidad de interactuar más con la familia y aprender sobre sus tradiciones y costumbres. Cygnus y él encontraron una conexión instantánea durante sus conversaciones sobre política mágica y la historia de las familias mágicas.

Una tarde, mientras estaban en el jardín, Cygnus y Harry discutían sobre la evolución de las casas mágicas y su papel en la sociedad actual.

“Siempre he encontrado fascinante cómo las viejas familias mágicas han tenido que adaptarse a los tiempos modernos,” dijo Cygnus, con una expresión pensativa. “La familia Greengrass, por ejemplo, ha mantenido sus valores tradicionales mientras se ajusta a los cambios.”