Mew cesa sus pensamientos con besos al cuello, hipnotizando a Gulf justo como la primera vez. Rápido y piadoso. Gulf apoya una mano en la mesa y levanta las caderas cuando Mew tira de sus vestimentas inferiores.
Gulf desabrocha los pantalones del mayor y le saca la correa. A punto de tirarla, Mew lo detiene con siseos. —Quiero probar algo. Dame tus manos.Gulf le ofrece sus manos y Mew ata sus muñecas con la correa. Ajustando el cierre hasta oír a Gulf gruñir. —¿Te duele?
—No, Mew.
—¿Estás seguro?
—Seguro.
—Entonces, — Mew lo acuesta con las manos arriba de su cabeza. Gulf rodea su cintura con la pierna. —no las muevas a menos que quieras ser castigado.
—¿Cuál es el castigo?
Mew le propina una nalgada bajo el muslo. El ardor crece y arde como sal en herida abierta. Gulf no sabía que podía doler tanto. Nunca había recibido una de esta magnitud. —Responde si entendiste.
—Sí.
—Más alto.
—¡Sí!
«Espero no ponerlo nervioso. Es tan sumiso que no quiero hacerle daño.» Mew piensa antes de dilatarlo con dos dedos y succionar sus pezones.
«No te muevas, Gulf. No lo hagas. » El moreno se encoge de hombros entre gemidos. Hincando las uñas en las palmas de la mano para resistir el urge.
—Mew, no necesito prepararme. Puedes entrar ya.
Mew sonríe, enderezando la espalda. Se introduce en él con cuidado y Gulf gime. Encontrando doloroso no agarrarse de nada para esto. No mover las manos es una tarea difícil. Sin embargo, debe demostrarle que sí es capaz.
Se aferra al margen de la mesa sin recibir una nalgada. Entonces son uno en todo: movimientos, gritos y placer.
—Por favor…
—¿Por favor qué? —
—Quiero abrazarte. Me mata no hacerlo.
Mew le echa un vistazo a las manos del moreno y las uñas hundidas en las palmas. —Abrázame. Ven.
Gulf se abraza a él y ambos prosiguen hasta desatar el nudo en sus estómagos. —Ah… Quiero más.
—¿Aún no estás satisfecho, prócer?
—No.
—Bueno, primero cambiemos de condón y luego vayamos a la cama.
—¿La cama?
Mew carga a Gulf y ambos observan cómo la mesa colapsa. —La rompimos. — Mew concluye.
—¡Lo siento, Mew!
—Tranquilo. Ya debía reemplazarla.
«¿‘Ya debía reemplazarla’? Quiere decir… »
Mew se lo lleva a la cama y desata sus manos. Cambia de condones tirando el sucio a la basura bajo la mirada de Gulf. —¿No quieres castigarme un poco más? — Gulf desliza un pie por su abdomen hasta el tórax. —Rompí tu mesa.
Mew sonríe. —Date la vuelta.
Gulf se da la vuelta, escuchando a Mew envolver la correa en una de sus manos. —Esto va a doler.
—Justo eso quiero. — Gulf dice sobre un hombro, mordiéndose una sonrisa.
Mew lanza el primer golpe.
•••
Al siguiente día, Gulf está sentado sobre tres cojines en el trabajo y aún masajea su coxis con una mano. «Ay, ¿por qué le dije que me castigara si hoy tenía que trabajar? Aunque estuvo rico. » Piensa mientras transcribe un documento. Escucha a los compañeros hablar sobre comer juntos luego del trabajo. Cosa que sería a las tres de la tarde. Gulf sonríe y se apresura a transcribir.
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Un Caballero Rudo» MewGulf 🔞
RomanceGulf Wright es demasiado caritativo y por ello muchos abusan de su generosidad. Especialmente en el trabajo. Nunca tiene el control de nada, tanto de sí mismo como de su entorno. Hasta que un día su amigo lo lleva a un club de sadomasoquismo, dónde...