EXTRA #2

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—Gulf, — Mew sonríe. —¿Cometí otro error además de llegar tarde?

—Cuestionar mi castigo tiene consecuencias, cariño.

—Mejor. No quiero terminar rápido.

Gulf lo sienta al borde de la cama entre besos. Le deshace el gabán y ata sus muñecas detrás de la espalda. Las ajusta hasta oírlo gruñir. —¿Duele mucho?

—No. Así está bien.

El moreno lo acuesta y acaricia sus pectorales sobre la tela. Traza besos por su cuello mientras desabotona su camisa, botón por botón, hasta desprenderla en la última línea. Desliza su lengua desde el ombligo hasta los puntiagudos cerezos del pelinegro. Baila al tango con ellos y los deja con un mordisco. —Estaba pensando que en lugar de llamarte prócer, debí llamarte piraña. Cuánto te encanta morder.

—Te encantan mis mordidas.

Gulf lo despoja de la ropa inferior y se acuesta a su lado, intercambiando besos mientras mantiene una mano ocupada. Los gemidos de Mew eran el resultado de las cuerdas que tocaba y cuánto más rápido, mejor melodía. El triunfo creó una sonrisa en él y Mew estaba a punto de terminar cuando las cuerdas dejaron de ser tocadas.
—No, ¿por qué paras?

—Debo prepararte, mi amor.

Gulf lo besa en la mejilla y cuidadosamente entra dos dedos. Los sumerge y continúa la melodía. El pelinegro mueve las caderas conmovido y estremecido.

Gulf cuelga las piernas del pelinegro en sus hombros, levanta su parte inferior y le dedica su lengua en su área más íntima. —Gulf, ahí no… Te he dicho que es una zona muy anti… ¡Ah!

Gulf levanta el rostro con una sonrisa traviesa. —¿Qué es lo que decías mi dulzura? — Beso su muslo.

—Que no pares, continúa.

Miente, pero lo necesita tanto. Lo necesita ya. El moreno lo deposita con ternura y se acuesta sobre él, acariciando sus mejillas. Ambos mirándose como la primera vez. Los besos son gentiles, las caricias sensibles y el amor es abundante. Hay de sobra por todas partes en una sola habitación.

—Ya sabes nuestra palabra clave. — Gulf dice en su oreja.

—Entra, por favor. Ya no puedo más.

El moreno alinea su grueso y grande pene en él, sumergiéndolo de a poco. Mew tira la cabeza para atrás, resistiendo el dolor en pequeñas dosis. Suelta una lágrima que es recogida en los labios del moreno. —¿Me detengo?

—No, estoy acostumbrándome.

Gulf retrae el pene, viendo su indignación. —¿Te parece gracioso verme sufrir? — El pelinegro infla las mejillas mientras que ese travieso ríe.

—Jamás me divertiría con tu sufrimiento. Es una pequeña venganza por las veces que me lo haces a mí, dulzura.

Vuelve a ingresar y lo saca.

—¡Ya, Gulf! Te necesito.

—¿Me necesitas más que ser desatado?

—Lo que sea, deja de jugar y entra.

El moreno ríe y se profundiza, abrazándolo. Comienza las embestidas, suaves y rítmicas, cuidadoso de laceraciones. Al novio le arden las mejillas y no puede evitar arquear la espalda. Las embestidas aumentan. Ambos pierden el control de sí mismos. —¡Más, quiero más! — Exige.

Gulf toma asiento, sentándolo en su regazo. Mew mueve las caderas al máximo, pero con las manos atadas es dificíl reingresarlo cuando lo pierde. Gulf amasa sus glúteos con sus manos e inhala su aroma en el pecho. —Sólo pide mi ayuda y cumpliré. — El moreno ronronea.

Mew es tan orgulloso de intentar ingresarlo por sí mismo y lograrlo. Gulf lo nalguea y amasa sus glúteos de nuevo. Él desata a Mew, pero lo vuelve a tumbar en la cama y continúa embistiendolo mientras saca algo de los bolsillos.
El pelinegro se abraza a él, dirigiendo sus gritos al cielo.

—Prócer, ¡prócer, voy a…!

—Hazlo, ven.

Mew se corre y cierra los ojos. Calma su respiración y el temblor que lo abarca. —Hace tiempo no creía en el amor. Pensaba que no lo tendría. Hasta que llegaste tú, Mew.

—¿Qué? — Tras susurrar, ve a Gulf con un anillo matrimonial entre los labios.

—¿Aceptas? — Murmullo sobre el anillo, encogido de hombros.

Mew sonríe repitiendo que sí y abrazándolo. Gulf toma una de sus manos, deslizando el anillo por el dedo corazón contrario.

—Pero hay un asunto, prócer.

—Dime, Mew.

El pelinegro buscó en el suelo su chaqueta. De ella sacó una cajita de propuesta con un anillo dentro. Al hacerlo sonríe junto a Gulf. Ambos rien hasta más no poder. —Bueno. Tienes el honor de preguntarme.

—Desde que iniciamos el contrato sabia que no eras como los demás. Sabia que sobrevivias el mundo a tu manera, pero  tu manera era pacífica e inigualable. Hermosa por demás. Has cambiado, para mejor, y quiero que así como tú evolucionaste nosotros también. ¿Quieres casarte conmigo?

—Rayos. Me ganaste en cuánto a discurso. ¡Sí, sí, sí! — Gulf llora mientras asiente repetidas veces. El pelilargo le coloca el anillo, deslizándolo hasta el final. Ahora ambos tenían anillos color oro. Ambos rodaron por la cama abrazados.

—Ahora debería de castigarte por tener un mejor discurso que yo, tu dom.

—Mm. Ya son pasadas las doce... Yo tendría que castigarte a ti por las cosas que me hiciste hoy, prócer.

Ambos debatieron entre besos.




Para la siguiente noche, estaban en un yate sólo ellos dos mirando el cielo mientras tomaban vino.

Korn y Blue estaban en una lancha, preparados para lanzar los fuegos artificiales matrimoniales. Ambos con salvavidas naranjas, cortos y suéteres playeros. —Se ven muy lindos nuestros amigos, ¿verdad? — Korn desea bajo las estrellas.

—Siempre han sido lindos. Pero tú y yo somos nuestro lindo, Korn. Y es por eso que te quiero preguntar algo.

Korn voltea todo sonriente. —¿Qué?

Blue enciende los fuegos artificiales y estos brillan en el cielo con una pregunta enorme. La pregunta que definirá sus vidas para siempre. Gulf respinga mirando atrás con Mew. Ambos felices por la pareja. El moreno comienza a animarlos desde el yate gritando a todo lo que da.

"¿TE CASARÍAS CONMIGO, KORN?"

El juez se arrodilla abriendo la caja, pero Korn la cierra con ternura. Todos comienzan a preocuparse. Incluso Blue.

—Estás demente si crees que no me voy a casar contigo, Blue. He soñado con esto incontables ocasiones. ¡Sí quiero casarme contigo, Blue!

El rubio brinca y el juez lo rodea de la cintura para darles vuelta centenares de veces y besarlo. Todos se miran desde dónde están, los mejores amigos animandose como siempre.

—Te amo, Mew.

—Te amo, prócer.








Final #2












*N/A: AHHHH. Estos chicos son muy lindos, espero que les haya gustado. Sin duda alguna extrañare volver a escribir un romance tan sencillo, pero divertido como este. Mil gracias por el apoyo y espero que nos leamos en más, cuídense mucho mis lunitas soñadoras, ¡lxs amo!

—Kathy 🐻🌙

POSDATA: Habrá una historia de romance dónde Gulf asistirá a una casa de citas y será de competencias para ver quién se queda con quién, pero ¡sorpresa, sorpresa! Ahí está Mew 🤭💖

Y habrá una historia, también de romance, pero fantasía dónde Mew es un psicólogo penitenciario y conoce a Gulf Tesabelle quién es el "Harley Quinn" de ese mundo y poco a poco convertirá a Mew en el Guasón 😱🥰

¿Cuál les interesa más? 💖*

Un Caballero Rudo» MewGulf 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora