11 (final)

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Korn y Gulf estacionan afuera de la casa de Mew. Observando al profesor salir de la casa con su buen vestir y el cabello amarrado. A Gulf le encantaba cuando se lo recogía, significaba que haría algo difícil. Había que descubrir el qué era dificíl. Antes de subirse al auto, el profesor mira alrededor. Los mejores amigos se esconden detrás del tablero del auto. Siseando entre sí. Toman pequeños vistazos del exterior y Mew finalmente aborda su auto. —Ok. No quiero dudar de Mew, pero eso sí fue sospechoso. Los únicos que miran los alrededores antes de subirse al auto son los que están en malos pasos. Y los que han subido un nude por accidente en el instagram familiar.

—Eso fue increíblemente especifico. Somos tu familia, nunca nos salió esa foto.

—Nací con pulgares rápidos. — Korn alza ambos pulgares.

Mew arranca y Sherlock Wright junto a Watson Bloom lo siguen. Ambos escondiéndose detrás de otros autos para no ser sospechados. —Dime si cambia de carretera, Korn.

Ye' sir. (Chi señor.)

Ambos continúan persiguiendo a Mew hasta llegar a la casa de la playa. Algo extraño considerando que Mew le devolvió esa casa a Cooper. La casa espera a ser comprada dado a que Cooper está en prisión y no puede mantenerla, decidió venderla para adelante. Los mejores amigos estacionan arriba en la colina mientras que Mew estaciona colina abajo frente la arena. Él abre la puerta con un sobre amarillo en mano e ingresa la casa con la copia de unas llaves. Los mejores amigos coinciden en bajar juntos y correr hacia la casa. Se agachan frente una ventana y ligeramente asoman la cabeza. Ven a tres bravucones de la universidad de Mew riendo frente a la renovada mesa de la cocinada. Él no ríe con ellos, más bien parece molesto. Tira el sobre amarillo sobre la mesa.

—Ustedes apenas gateaban cuando esto sucedió. ¿Cómo lo supieron?

—Nos honra saber su nombre real, viejo. Michael Brons. El huérfano que mató a sus padres y nunca se encontró la evidencia para arrestarlo. Quemaste la casa para hacerlos salir y cuando fueron al pozo a llenar cubetas de agua, los tiraste adentro.

Mew baja la mirada ante los recuerdos dolorosos. —Las noticias son viejas, pero eres tú. El niño resguardado por los policías en una ambulancia. Es obvio. Si le entregamos esto a la policía junto a las fotos de tus citas... Adiós a tu carrera, viejo prostituto.

Mew traga grueso. —Los pasaré de grado. Sólo, por favor, no me hagan revivir lo que atravesé.

—¿Eran malos contigo, bro? Te veías fuerte, ¿Por qué no te defendiste en esa entonces?

—No quería matarlos... Yo nunca quise...

—Cómo sea, viejo. No necesitamos la historia de tu vida. Ya tuvimos lo que queríamos.

Los jóvenes lo pasan de largo, yendo hacia la puerta. Al abrir, se encuentran con un hombre furioso. Aquel moreno temblaba los puños. Los bravucones preguntaron quiénes eran y Gulf le contestó: —Tu peor pesadilla, bro. — Le zumbó un puño justo en la cara, noqueándolo de inmediato. El segundo bravucón lanza un puño, pero Gulf lo sostiene en el aire y le mete una patada en los huevos. El tercero alza una silla para golpearlo, pero Korn detiene la silla en el aire.

—No les veo futuro, regresen al jardín de infantes. — El rubio le mete un cabezazo que tumba al chico.

Mew y el moreno prolongan la mirada. El pelilargo quiere llorar ahora que sus amigos más cercanos escucharon su pasado. Gulf se abre de brazos y él corre a abrazarlo entre lágrimas. Expulsando todo desde el interior de su corazón. Llorando, por primera vez, como un niño que necesitaba conforte. Nunca se había mostrado así.

—Perdóname. No sabía cómo decírtelo. Es que, duele. Duele mucho y por más que intente olvidarlo... Siempre lo recuerdo. Siempre está ahí diciéndome que tengo la culpa. Que soy culpable... Que soy una mala persona y nadie merece amar a las malas personas.

Un Caballero Rudo» MewGulf 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora