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—Si realmente era tu prócer, ¿por qué lo llevaste a la casa dónde llevas a todas tus conquistas?

—Eso no es tu incumbencia, Cooper.

Los policías allanan el lugar, dirigiendo sus armas a los hombres malos y esposando a Cooper. Blue entra detrás de todos ellos buscando con la mirada al rubio y a su hermano. Al ver al hermano a salvo corre a revisar a Korn, que tiembla sediento y hambriento. —¡Policía! Por aquí. El individuo está atado. ¿Estás bien, Korn?

—... Hasta que al fin me lo preguntas de verdad. — Korn lo mira al rostro, notando algo diferente en él. Es más expresivo y denota miedo. Mucho miedo. Pero el comentario de Korn le saca una pequeña sonrisa.

A punto de llevarse a Cooper, Gulf posa al lado de Mew y mira fijo al secuestrador.

—Ten cuidado con él. Es convincente, ¿no? Te hace sentir especial. Te hace sentir querido cuando sólo eres uno más para él. Una conquista ligada a él por contrato. Él no puede evitar ser encantador. Sin embargo, lo mismo que ha hecho contigo, lo ha hecho con todos. ¿Qué crees de eso?

—Yo ya lo sabía. Intentó decírmelo el otro día. Y la mesa lo dijo todo. Pero ninguna de esas cosas me repugna.  Yo sé con quién duermo y lo prefiero a él antes que a un loco como tú.

Mew se le queda viendo y se quita la chaqueta para cubrirlo. Cooper deja de sonreír y los policías lo empujan para llevárselo junto con los demás. Cuando Korn exige, —Quién es. La persona que mencionaste. La que nos quiere matar…

Los policías se detienen y Cooper los mira a todos sobre un hombro. —Estoy seguro de que lo sabrán pronto. Tan pronto como la brisa de la muerte sople sobre ustedes.

Entonces se lo llevan. Gulf acaricia a Mew del hombro como agradecimiento y se arrodilla para revisar a Korn.

—Korn, ¿cómo estás?

—De la mierda. No me hiciste caso y tenía miedo de que te lastimara. — Korn llora. —No sabes lo mucho que significas para mí, estúpido.

—Yo lo sé, pero necesitaba ganar tiempo. Llámame estúpido todo lo que quieras, pero no me importa ser estúpido si eso significa salvarte a ti, estúpido. — Gulf también llora. El llanto en ambos incrementa mientras se envuelven en otro abrazo. Korn ya liberado de la soga roja. Los policías la cortaron con una navaja que cargaban.

Blue y Mew comparten miradas. —¿Hablaste con mi hermano antes de venir aquí?

—No. Yo tuve un mal presentimiento sobre Cooper. Ya que él siempre me llama o escribe, pero no hizo ninguna de las dos. Decidí venir a ver si todo estaba bien y me encontré con esto.

—Gracias por salvar a mi hermano. — Blue aclara la garganta incómodo de agradecerle a un extraño. Incómodo de siquiera agradecer. Mew le agradece en retorno por traer a los policías y hacer un mayor esfuerzo por Korn. Gulf le agradece a ambos, mirándolos con una sonrisa.

—Y ahora sí te quedas en mi casa. Si te niegas te llevaré de la oreja, ¿me entendiste? — Gulf amenaza con el dedo a Korn.

—¡Ay! No me regañes. Siente compasión por tu mejor amigo. Muero de hambre.

—Sí, sí, ya te voy a consentir. Pero te quedas.

—Sí, me quedó. ¿Me compras pizza?

Blue ríe.

—Y tú también te quedas en casa. No perderé a ninguno de los dos. — Gulf señala a su hermano. El juez deja de carcajear para señalarse así mismo, interrogante. Ahora es el turno de Mew de reír. Entre carcajadas y más, los compañeros de contrato se dedican una sonrisa afectuosa. Korn le pide a Blue que lo lleve a caballito porque no siente las piernas. —¿Seguro que no te estás haciendo?

Un Caballero Rudo» MewGulf 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora