Al volver al salón Jimin pudo ver como la emperatriz tenía su mirada perdida en algún lugar mientras su madre, la duquesa arreglaba el vestido de Jungkook.
—¿Disfrutaste de tu paseo Jimin? —preguntó la emperatriz notando la presencia de Jimin.
—Si su majestad imperial, el paseo por su biblioteca me resultó muy placentero.
—Es bueno saberlo... —antes de que la emperatriz pudiera completar lo que diría la condesa de Yoncheng interrumpió.
—Su majestad imperial, un lacayo acaba de ingresar y trajo un mensaje de parte del consejo imperial, al parecer son malas noticias.
—Os ruego que me disculpen, pueden retirarse a su habitación. —ordenó la emperatriz antes de salir rumbo a la sala del consejo imperial.
Los pasos agigantados de la emperatriz maltrataban sus pies pero aquello no era relevante ya que si no se apuraba el futuro de su gran nación podría ser incierto.
—Abro sesión. —declaró.
—Os pido que me disculpeis su majestad imperial pero esperábamos la presencia de su majestad imperial, el emperador de Corea.
—Por cosas como estas es que reitero que vosotros no sabeis ni siquiera lo que haceis en la mañana. —respondió la emperatriz de mala gana.
—Su majestad imperial, el emperador se encuentra en estos momentos comandando el ejército imperial, dirigiendo nuestras tropas para suprimir cualquier intento de revolución. —respondió el consejero Kim, uno de los recién ascendidos al puesto.
—Es por eso qué, su majestad imperial, la reunión se hizo para que nos informe como van los preparativos de la boda de su alteza imperial, el príncipe heredero.
—No os preocupeis demasiado, ya elegí a mi compañero para llevar al altar. —respondió Yoongi mientras entraba a la sala.
—Nos alegra su alteza imperial. Esperemos que su boda sea el acontecimiento que calme al pueblo.
—Que así sea, declaró la sesión culminada. —dijo la emperatriz para salir muy satisfecha del salón.
...
—Jimin, no sé, por qué tengo un mal presentimiento.
—¿Presentimiento?
—Siento que su alteza imperial, el príncipe Yoongi, tiene el corazón de otra persona.
—¿Es así?
—Jimin tengo miedo de defraudar a nuestros padres.
—Nunca lo harás Jungkook. Confío en ello.
—Solo espero que el príncipe me pueda amar de vuelta.
—Yo también lo espero. Ven, debemos dormir. —palmeó Jimin al lado de la cama.
—Espero mañana pueda verle más seguido. —dijo Jungkook en lo que obedientemente se ubicaba de ese lado de la cama.
—Que así sea. —susurro Jimin antes de caer dormido.
Aquella misma noche a pocos pasillos y habitaciones de distancia cierto pálido se debatía entre sí dejar que su razón y los deseos de sus padres gobiernen antes que el deseo de su corazón y el suyo propio.
—Por favor no me rechaces. Te lo pido por favor. —susurro a la nada.
La mañana siguiente llegó más rápido de lo normal. Yoongi con una decisión en su mente y su corazón se dirigió al establo.
Despidió a todo el personal que se dispuso a acompañarlo. Él quería que todo fuera lo más discreto posible por que temía que quizás el doncel dueño de sus pensamientos no correspondía su amor.
Una vez solo se miró por última vez el traje y pacientemente espero por el frecuente dueño de sus pensamientos.
—Lamento no haber apurado mis pasos su alteza imperial. Entenderá que por ser un visitante me es difícil deshacerme de la servidumbre y los guardias.
—No importa, lo importante es que ya estás aquí, conmigo. —susurró Yoongi en lo que ensillaba a su corcel.
—¿Solo usaremos un corcel, su alteza?
—Así es. ¿Te molesta?
—Claro que no, su alteza. —respondió Jimin.
—Me alegra. Espero en el futuro sea así también. ¿Vienes? —preguntó en lo que sostenía las riendas del caballo.
Jimin asintió y se dispuso a montar al corcel. Yoongi le imitó una vez el caballo estuviera dispuesto a aguantar ambos pesos.
—Su alteza imperial, por favor espero no ofenderlo, pero. ¿No debería estar en mi lugar Jungkook? —preguntó Jimin mientras veía el panorama gracias a que el corcel los llevaba a ambos con gallardía.
—Es que no lo quiero a él, te quiero a ti. —confrontó Yoongi.
—Yo... No estoy entendiendo su alteza.
—¿Debería demostrarte? —preguntó Yoongi
—Al-alteza...
—Yo no quería casarme desde el primer momento con tu hermano.
—Fueron prometidos el uno al otro desde la infancia su alteza...
—Yo erróneamente pensé que podría cambiar eso... Yo tenía la intención de hablar con Jungkook y disculparme, pero... Pero desde que supe de tu existencia, no he podido sacarte de mi mente.
—Lo peor de todo es que correspondo sus sentimientos alteza....
Ante aquella revelación Yoongi detuvo el corcel. Se bajó del corcel y ayudó a que el doncel hiciera lo mismo, después de todo ya se encontraban muy apartados de todo el bullicio del palacio imperial.
—¿Tú sientes más que cariño por mí, Jimin?
—Así es su alteza, desde el primer momento en que lo vi y le juro que me siento como un vil traidor. Jungkook no lo merece. —susurró lo último antes de fundirse en lágrimas.
—Quizás todo esto debería entristeserme, pero no soy hipócrita mi querido Jimin, la verdad es que me alegra enormemente que sus sentimientos por mi son los que esperé que fueran. Y no llores, estoy seguro que Jungkook entenderá.
—Ojalá lo hague su alteza imperial, no me perdonaría perder su cariño.
—Ahora que sé que me quieres, déjame preguntarte. ¿Quieres ser mi emperatriz Jimin? ¿Quieres gobernar a mi lado?
—Lo quiero Yoongi, lo soñé desde el instante en el que te vi.
—Oh mi querido Jimin, eres tan perfecto.
—Tengo miedo que papá y mamá traten de alejarnos.
—No lo permitiré cariño. —prometió Yoongi.
—¿La tía emperatriz permitirá que sea yo, quien ocupe el lugar a tu lado? Porqué quiero ser sincero contigo, no estoy listo para el protocolo imperial del palacio de Seúl. No fui criado para esto.
—Aprenderás, pondré solo a los mejores a tu disposición. —respondió Yoongi mientras besaba las manos de Jimin.
–Prometelo Yoongi, promete que no cambiaras si hago esto. —pidió Jimin.
—Nunca cariño. —prometió Yoongi en lo que con un pañuelo de seda color plata secaba las lágrimas del bonito doncel.
...
Está bien kk mañana lo corrijo jsjsjs
By: Sugus ¬
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THE EMPIRE - YOONMIN
FanfictionA veces el amor llega a nuestras vidas de manera inesperada. Park Jimin, doncel y segundo hijo del duque y la duquesa Park, no fue elegido por su majestad imperial, la emperatriz, como primera opción para su hijo, el futuro emperador de Corea. Sin e...