—Debemos partir cuánto antes su majestad imperial, el informante Lee me ha dicho que planean atacarle.
—Por favor procura alistar a su alteza Imperial, yo misma haré mis maletas.
—Las maletas de su alteza Imperial, ya están hechas su majestad imperial, solo faltan las de usted, además de nosotros y su majestad imperial, el emperador, nadie más sabe de su partida.
—Me apena dejar en estás circunstancias este bello país, pero he de volver, estoy seguro.
—Su majestad imperial, no quiero sonar entrometida pero... ¿Su bebé se encuentra bien?
—No te preocupes, aún no es tiempo de que esté pequeño salga de mi vientre.
En lo que Jimin tomaba su taza de té esperando que sus mucamas alistaran sus pertenencias se preguntó si su pequeño bebé vendría estos días a este mundo.
Sin salir de sus pensamientos exploró aún más sus inquietudes sin darse cuenta de la noción del tiempo y el bullicio de su alrededor.
—Su majestad imperial, lamento interrumpir su meditación pero todo está listo, su carruaje, su equipaje y su alteza Imperial, el príncipe Soobin.
—Bien. —dijo y dió la orden para abandonar aquel palacio que por estos meses había sido su hogar. —Atesorare con el alma los momentos vividos en estás bellas tierras, por alguna razón siento que está será la última vez que las veo.
—Su majestad imperial, estoy segura de que la guerra ha de terminar en favor de nuestro imperio y el emperador y usted pronto podrán venir a estas tierras tanto como quieran.
—Ojalá tus deseos se hagan realidad. —dijo Jimin suspirando melancólico.
—No se angustie, su majestad imperial, el pequeño heredero nota su incomodidad.
—Lo sé por eso es que estoy tratando de controlar mis emociones.
—Me alegra saberlo su majestad imperial, el guardia de su escolta imperial ha previsto que el viaje de hoy sea sin novedad alguna.
—No esperaba menos. —respondió Jimin tratando de quedarse dormido.
.
..
—Su majestad imperial, su esposo la emperatriz, Jimin, está mañana salió de Génova junto a su alteza Imperial, su corte y su escolta imperial.
—Asegúrate de que lleguen a palacio sin novedad alguna por favor.
—Como ordene, su majestad imperial. —dijo aquel ministro y dando una profunda reverencia salió del salón donde se encontraba el emperador.
Yoongi sopesando los pros y contras de su decisión de dar el primer paso en la guerra se quedó en el salón sumido en sus pensamientos perdiendo la noción del tiempo.
Horas más tarde, el presidente del consejo imperial, Kim Namjoon fue a hacerle una petición especial.
—Su majestad imperial, el honorable presidente del consejo imperial desea una audiencia con usted. —dijo el jefe de su escolta.
—Deja que pasé. —respondió Yoongi.
Namjoon recibiendo la autorización de la escolta del emperador ingresó a sus aposentos en busca de una audiencia privada.
—Su majestad imperial. —dijo Namjoon haciendo una reverencia.
—¿En qué puedo ayudarle? —respondió Yoongi.
—Mi solicitud es más personal que un asunto de estado, su majestad, con esto no pretendo ofenderlo, solo busco su protección, esencialmente no para mí , si no para un pequeño hermano que tengo en casa.
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THE EMPIRE - YOONMIN
FanfictionA veces el amor llega a nuestras vidas de manera inesperada. Park Jimin, doncel y segundo hijo del duque y la duquesa Park, no fue elegido por su majestad imperial, la emperatriz, como primera opción para su hijo, el futuro emperador de Corea. Sin e...