Prólogo

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Su presencia siempre encendió una chispa especial dentro de mí. Era alguien que me atraía de una manera inexplicable, alguien cuya esencia me fascinaba y me dejaba deseando más.

Cada vez que veía sus labios, mi imaginación se ocupaba constantemente de hacerme la misma pregunta ¿a qué sabrán sus besos?

Me preguntaba si serían dulces como el susurro de un romance prohibido o si tendrían un toque salado, como las lágrimas de felicidad que solían fluir cuando compartíamos risas y complicidades. ¿Serían suaves y cálidos, como las sensaciones que experimentaba cuando estábamos cerca? Inmediatamente, otra pregunta inundaba mi mente: ¿cómo sería el aroma que impregnarían mis sentidos en un encuentro fugaz?

A veces me preguntaba si nuestras bocas estarían destinadas a encontrarse alguna vez, si los astros conspirarían a nuestro favor para conjugar nuestros labios en un único y apasionado beso. Me imaginaba la electricidad estática que recorrería cada uno de nuestros cuerpos, el latido acelerado de mis impulsos mientras me sumergía en la pasión que solo él podía despertar.

Me besó. Y aunque yo sabía que esto no tenía futuro, correspondí a ese beso como si de verdad nos fuéramos a querer para algo más, para siempre.

La novela continúa con la exploración de los sentimientos y las consecuencias de esta decisión. Muestra cómo el amor no correspondido puede llevar a acciones inesperadas y cómo el destino puede encontrar una forma de unir a las personas adecuadas, incluso en medio del caos.

Dime que síDonde viven las historias. Descúbrelo ahora