Llegamos al bar Lerou, un nombre poco común para un bar y poco llamativo, pero el lugar era agradable, y además tenían lo que buscábamos...alcohol.
Nos sentamos en unas pequeñas sillas, pero de gran conforte, frente a lo que es el escenario, o al menos donde toca el dj, quien no estaba ya que eran las 16:30 hrs. De un pleno miércoles.
El lugar tenía música ochentera ambientando el lugar, y había tres mesas ocupadas, entre estudiantes universitarios y un grupo de amigas que no paraban de reír. Nos sentamos y Alejandro pidió una cerveza, yo pedí un aperol spritz.
Llevábamos casi una hora y media conversando, entre risas y momentos serios, el tiempo se había pasado volando.
La tensión y la atracción entre ambos es palpables. Se acercan peligrosamente y están a punto de besarse, pero el mesero nos interrumpe, se separan rápidamente – ¿Necesitan algo más? – preguntó el mesero.
-No – Le dijo Alejandro, al mismo tiempo que le agradecía.
A pesar de la interrupción, ambos sabían que la chispa que encendieron en ese momento permanece.

ESTÁS LEYENDO
Dime que sí
RomanceElena, una joven periodista apasionada por su trabajo, comienza a trabajar en una prestigiosa empresa. Allí, conoce a Alejandro, un hombre encantador comprometido con su novia y planeando su boda. A pesar de la barrera que les impide estar juntos, e...