Era verano, y estaba de vacaciones. Después de mucho tiempo, por fin me pude tomar unas vacaciones y me fui a la playa. Todo era maravilloso, sentía que este año todo sonreía para mí.
Era miércoles y me iba al día siguiente. Fui sola, y arrendé una casa hermosa. No muy grande, pero acogedora.
-Hija, te van a llamar de un trabajo. Tu hermana me dijo que la habían llamado a ella, pero ella ya está bien en Santa Fé, por eso dio tu número - Era mi madre al teléfono, a quién no escuchaba bien porque estaba cerca del mar. -Ok, está bien- le respondí sin haber entendido mucho qué era lo que me había dicho.
Después de unos segundos de haberle colgado a mi madre siento que llaman a mi celular, estaba en la playa, y sentada cerca de la orilla del mar, donde casi llega el final de la ola
- Hola!, ¿Elena? - Escucho al otro lado de la llamada. -Hola! Sí - le respondí. - Hola soy Alejandro, te llamo de la empresa Empire Entertainment
Estuve conversando con aquel hombre de voz grave por un par de minutos. Quedamos en vernos al día siguiente, fui franca y le dije que estaba de vacaciones, así que quedamos de reunirnos cuando llegara a San Javier, que era la ciudad en que vivía.
Al día siguiente, llegué a casa. Todo estaba tan bien. Estaba relajada y esperando lo que podría suceder. Más bien no esperaba nada y dejaba que todo fluyera. Pensé en recordar a qué hora habíamos quedado con Alejandro de reunirnos. Pero creo que recordé mal.
-Hola, todo bien? - Era un whatsapp de él, me confundí en el horario y llegué media hora tarde!!!
Pero qué buena impresión estoy dando - pensé. Llegué a la pequeña oficina y me senté en un sofá color plomo, de tres cuerpos, que estaba junto al escritorio de él. Me sudaban las manos, pero no sabía si era por los 32 grados que hacían afuera o porque estaba nerviosa después de llegar media hora tarde.
-Lo siento, me confundí en la hora- le dije apresurada y un poco ruborizada.
-No te preocupes, suele pasar - Respondió él con una sonrisa y un tono agradable.
Un hombre de 40 años, Es más bajo que yo, por lo menos 1.60, muy por debajo de mi metro 74. Pelo negro, ondulado, con una barba de tres días, moreno, pero no sabía distinguir si esa piel morena la tenía por el bronceado que te deja la playa o bien por tanto caminar.
Tenía una linda sonrisa. Era amplia, veía que se le hacían unos hoyuelos en sus mejillas cuando sonreía, con una dentadura superior perfecta, al menos la que mostraba al sonreír. Lindas facciones. Y sus manos un poco hinchadas, pero con dedos gruesos. no llamaba mucho la atención, hasta que escuchas su voz ronca y profunda
Mientras lo miraba pensaba - Wow su cuerpo, cara y altura no tienen relación con esa vozarrón que tiene.
Conversamos por unos minutos y me dijo que me llamaría. Que tenía a otra persona, pero lo evaluaría y me avisaría. Salí de ese lugar con una paz que pocas veces sientes, y le dije - Está bien, espero tu llamado.
No se demoró mucho esa respuesta, pues al día siguiente me escribió que tenía algo importante que decirme. Y pues, ya se imaginan. ¡Me contrató!
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Dime que sí
RomanceElena, una joven periodista apasionada por su trabajo, comienza a trabajar en una prestigiosa empresa. Allí, conoce a Alejandro, un hombre encantador comprometido con su novia y planeando su boda. A pesar de la barrera que les impide estar juntos, e...