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Al día siguiente, el estadio estaba lleno de fanáticos vibrando con anticipación. Las banderas ondeaban, y los cánticos no cesaban. Yo estaba sentada junto a Elena y algunos otros amigos que había hecho desde nuestra mudanza. Sentí una mezcla de nervios y emoción mientras esperábamos el inicio del partido.
El pitido inicial resonó, y el juego comenzó. Richard, como delantero, se movía con agilidad y determinación por el campo, liderando los ataques de su equipo. Cada vez que tocaba el balón, los fanáticos rugían con entusiasmo.
En el primer tiempo, ambos equipos estaban igualados, pero en la segunda mitad, la tensión aumentó. A mitad del segundo tiempo, Richard recibió un pase perfecto desde el medio campo. Con una velocidad impresionante, dribló a los defensores y, con un tiro preciso, envió el balón al fondo de la red. El estadio estalló en un grito ensordecedor.
—¡Gol! —grité, saltando de mi asiento junto a todos los demás.
Richard corrió hacia la esquina del campo, celebrando con sus compañeros de equipo. Desde la distancia, me buscó en las gradas, y cuando nuestros ojos se encontraron, levantó ambos brazos en señal de victoria. Mi corazón se llenó de orgullo y alegría.
El partido continuó, y aunque el equipo contrario luchó con todas sus fuerzas, el gol de Richard resultó ser el decisivo. Cuando el árbitro hizo sonar el pitido final, el estadio entero celebró la victoria de Colombia. Richard y sus compañeros de equipo se abrazaron y saltaron de alegría.
Esa noche, hubo una celebración en honor al equipo. La ciudad estaba de fiesta, y todos los jugadores fueron recibidos como héroes. Richard y yo nos reunimos con amigos y fanáticos en una fiesta organizada por la federación de fútbol. La atmósfera era de pura felicidad y orgullo.
Mientras estábamos en la fiesta, Richard se acercó a mí, su rostro brillando con una sonrisa radiante.
—Dani, no podría haber logrado esto sin tu apoyo. Gracias por estar siempre a mi lado —dijo, abrazándome con fuerza.
—Estoy tan orgullosa de ti, Richard. Te mereces todo esto y más. Sabía que lo lograrías —respondí, besándolo.
La fiesta continuó hasta altas horas de la noche, y aunque estaba agotada, me sentía eufórica. Ver a Richard alcanzar uno de sus sueños más grandes me llenaba de alegría y esperanza para nuestro futuro.
Los días siguientes estuvieron llenos de entrevistas, compromisos y mucho ajetreo. La vida de un jugador de fútbol en la selección nacional era intensa, pero Richard manejaba la presión con gracia y profesionalismo. A pesar de su apretada agenda, siempre encontrábamos tiempo para nosotros, fortaleciendo nuestra relación con cada momento compartido.
Una tarde, mientras caminábamos por el parque, Richard me tomó de la mano y se detuvo.
—Dani, este último mes ha sido increíble, pero no quiero que nos perdamos en la vorágine de todo esto. Quiero que siempre recordemos por qué estamos aquí y lo que hemos construido juntos —dijo, mirándome a los ojos.
—Lo sé, Richard. Nuestra relación es lo más importante. No importa cuán ocupados estemos, siempre encontraremos la manera de mantenernos conectados —respondí, apretando su mano.
Seguimos caminando, disfrutando de la tranquilidad del parque y hablando sobre nuestros planes futuros. Sabía que nuestra vida seguiría trayendo desafíos, pero con Richard a mi lado, sentía que podíamos enfrentar cualquier cosa.
En los meses que siguieron, Richard continuó brillando en el campo, y yo encontré un nuevo trabajo en una editorial local, lo que me permitió seguir mi pasión por la literatura. Nuestra vida en la nueva ciudad estaba tomando forma, y cada día nos acercaba más a nuestros sueños.
Aunque había momentos de estrés y dificultades, sabíamos que el amor y el apoyo mutuo nos ayudarían a superar cualquier obstáculo. Nuestra aventura juntos apenas estaba comenzando, y estaba emocionada por todo lo que el futuro nos deparaba.
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mi niñero || richard rios
RomanceEn un tranquilo barrio residencial, la vida de Daniela, una adolescente vivaz y curiosa, da un giro inesperado cuando sus padres se van de viaje por dos meses, dejándola al cuidado de Richard Ríos, un joven y carismático niñero hijo de un amigo de l...