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La mañana después de la parrillada, me desperté con la sensación de que algo andaba mal. Al revisar mi teléfono, vi una avalancha de mensajes y notificaciones en redes sociales. Mi corazón se hundió al ver lo que estaba pasando.

En Instagram, una conocida influencer había publicado una foto de Richard y yo saliendo de mi casa con el título "¿Nuevo amor para Richard?" Los comentarios eran un torrente de acusaciones y juicios, etiquetándome como la chica que intentaba robarle el novio a alguien más.

—Esto no puede estar pasando —murmuré para mí misma, sintiendo cómo la rabia comenzaba a mezclarse con la tristeza.

Decidí ignorar las redes sociales por un momento y me preparé para ir al colegio. Cuando Richard llegó para llevarme, me sentí incómoda. La mirada de los estudiantes en el camino al colegio era como cuchillos afilados clavándose en mi piel. Murmuraban entre ellos y me miraban con desprecio, como si yo fuera la villana de una película.

—¿Has visto lo que está pasando? —le pregunté a Richard en voz baja, sintiendo la necesidad de saber su opinión.

—Lo siento tanto, Daniela. Esto se ha salido de control —respondió, con la voz llena de frustración.

Al llegar al colegio, la situación empeoró. Laura, la influencer que había iniciado todo, estaba rodeada de admiradores, grabando un video en TikTok donde me acusaba de haber intentado robarle el novio a una chica. Las palabras venenosas inundaban los comentarios, dejándome sin palabras y con el corazón roto.

Pasé el día entero en un estado de shock y humillación. Mis amigos no habían ido a clase , y los que no me conocían bien me miraban con desconfianza. Era como si hubiera perdido toda la red de apoyo que había construido en el colegio.

Al final del día, me encontré sola en una esquina del patio, preguntándome cómo todo había salido tan mal tan rápido. Richard se acercó, su rostro reflejando una mezcla de culpa y determinación.

—Daniela, lo siento tanto por todo esto. No deberías tener que pasar por esto —dijo, con voz entrecortada por la emoción.

—No es tu culpa, Richard. Pero no sé cómo enfrentar esto —respondí, sintiendo que las lágrimas amenazaban con caer.

—Vamos a encontrar una manera de arreglarlo. No te dejaré enfrentar esto sola —dijo, tomando mi mano con firmeza.

Esa noche, mientras navegaba por las redes sociales, me di cuenta de que tenía que enfrentar esto de frente. No podía permitir que los rumores y las acusaciones definieran quién era yo. Tenía que encontrar la fuerza para superar esta tormenta, por mí misma y por aquellos que todavía creían en mí.

mi niñero || richard rios Donde viven las historias. Descúbrelo ahora