-Me rompiste el corazón.
-Creo que no hay nada de lo que me arrepienta más que eso.
Y quizá, si hubiese estado sólo un poco menos enamorado, nada de lo que sucedió después les habría dolido tanto.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Only Love Can Hurt Like This — Paloma Faith
147 días antes de. Portland, Oregón.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Frío. Nunca se había dado cuenta de qué tan frío era todo.
Todavía era primavera, lo sabía, pero el estado de Oregón parecía vivir en una eterna y extraña combinación de otoño con invierno. Siempre con temperaturas heladas, lluvias, días grises con nubes que ni siquiera dejaban ver el cielo. Siempre tan sombrío.
¿Cómo había podido pasar tanto tiempo ahí?
¿Cómo había podido siquiera considerar ese lugar su casa? Esas personas.
Se puso las manos en la cara por décima vez. Que fiasco, que desperdicio: las peores vacaciones de su vida, sin dudarlo. A esas alturas, incluso consideraba volver y rogarle desesperadamente a Howard por hacer algo que pudiera distraerlo. Por decirle que había sido una broma pesada, de mal gusto, que no quería descansar aún.
Patético. Sin duda.
Llevaba un buen rato ahí, tirado en el pasto, bajo su árbol favorito: un sauce llorón de largas y verdes hojas que parecían cortinas protectoras cubriéndolo de la lluvia. Lamentando su suerte, tal vez el haber nacido. Lamentando su existencia e ignorando categóricamente que diluviaba, porque de todos modos pescar una neumonía profunda era lo mejor que le podía pasar. ¿Qué importaba, a decir verdad? De morir, nadie se preocuparía realmente por él.
Sus padres pensarían que se les había terminado la mayor fuente de ingresos.
Minotia pensaría que se le había terminado su enfermero suplente.
¿Era relevante para alguien, en realidad? Habían pasado años y no tenía concretado ninguno de los planes que tan desesperadamente soñó cuando era un simple adolescente. Al menos, no los aspectos sentimentales, porque lo económico podía irse derechito al infierno.
Sí, estaba en una crisis existencial.
Habían pasado tantos años desde la última vez que lloró por algo relacionado a Shin Hendren y ahora, sólo dos días después de verlo, nuevamente sufría...
